"En lugar de pagar dinero, enviaron carbón para ficharme"
Alexey Smertin, ex de Chelsea o Fulham, ha concedido una entrevista a 'The Athletic' en la relata varias anécdotas de su carrera, como un fichaje de lo más extraño.
1994. Siberia. Dos o tres locomotoras de carbón. Bien podría tratarse de algún intercambio extraño en una película de espías rusos. Pero no. Son los ingredientes del rocambolesco traspaso que llevó a Alexey Smertin (1 de mayo de 1975) del Dinamo Barnaul al FC Zarya Leninsk-Kuznetsky. Por aquel entonces, Smertin era un prometedor centrocampista que destacaba en su Barnaul natal y que compartía su sueldo con un compañero: "Su nombre era Sergei Kormiltsev, fue relativamente conocido porque fue internacional con Ucrania y jugó también un partido con Rusia. Era algo normal en Rusia (compartir contratos) en jugadores jóvenes. Era de 25.000 rublos. 12.500 para mí y 12.500 para él. Le conocía bien porque crecimos en la misma ciudad y estuvimos en la misma academia. Éramos felices de estar en un equipo profesional en nuestra ciudad natal, no nos importaba una mierda cuánto ganábamos".
Así contextualiza Smertin en The Athletic su situación antes de que el Zarya y el carbón entrasen en escena. "Jugaban en una pequeña ciudad (el Zarya) con 12 o 13 minas de carbón. Fue como un intercambio. En lugar de pagar dinero, enviaron una o dos locomotoras de carbón, no sé exactamente cuánto, para ficharme a mí y a mi compañero con quien compartía sueldo. Es increíble, pero cierto", explica. No fue hasta más adelante cuando nuestro protagonista comenzó a despuntar verdaderamente y su buen papel en el Uralan Elista y en el Lokomotiv de Moscú le valieron llegar al Girondins de Burdeos.
Llegada al Chelsea con los pies en el suelo
En la liga francesa empezó a hacerse un nombre en el fútbol de élite (sería internacional en 55 ocasiones) y ello le llevó a fichar por el Chelsea en 2003, en los albores de la era Abramovich. Sin embargo, tuvo que irse cedido al Portsmouth, condición innegociable del traspaso. Muchos hablaron que su fichaje tuvo mucho que ver con negocios paralelos del dueño del Chelsea en su Rusia natal, pero ello no importó a un Smertin que llegó a disfrutar de un curso (2004-05) en Stamford Bridge.
Ganaría la Premier y se hizo con el respeto de un Mourinho que admiraba su pundonor, pero un año después, consciente de sus limitaciones, pidió salir. "El Chelsea no es como el Portsmouth o el Charlton (allí jugaría después), incluso si te sacrificas durante 90 minutos, puede no ser suficiente (...). Hay que hacer las cosas rápido y de manera inteligente. A veces, no era capaz de alcanzar ese nivel", reconoce a The Athletic.
Retos bajo cero
Después de pasar por el Dinamo de Moscú y el Fulham se retiraría en 2008, después de haber portado el brazalete de capitán de su selección y haber participado en el Mundial de 2002 y en la Eurocopa de 2004. Ahora, Smertin sigue teniendo historias que contar y mantiene la forma. Y es que el pasado año participó en una ultramaratón en Sochi que le tuvo 25 horas jugando al fútbol: "Jugamos toda la noche. Desde las 5.15 de la mañana. Después de 20 horas sin parar, no podía dar un solo pase sin sentir dolor...".
Smertin ha completado todas las principales maratones del planeta, como recoge el citado medio, pero quizá la más sorprendente sea la que completó en el lago Baikal el año pasado. "Fue difícil hacer pis porque se congelaba", bromea. Y es que, la temperatura era de menos 20 grados centígrados y el lago estaba congelado. "No soy alto o fuerte, pero tenía un carácter fuerte y sabía cuál era mi potencial", se describe como futbolista. Una características que ha mantenido vivas después de la retirada.