Scepovic ‘el extremeño de Belgrado’: “Matemáticamte podemos ascender”
Stefan Scepovic se crió futbolísticamente en Mérida siguiendo los pasos de su padre. Triunfó con Sporting y Getafe. Sueña con ascender en Málaga.
Cuéntenos cómo surgió la posibilidad de venir al Málaga.
Sucedió muy rápido. Cuando me llega la opción de venir aquí la acepté. ¡Estaba encantado! Tras terminar en Japón me entrenaba en Belgrado, dos veces por semana con mi preparador personal. Venía bien, pero no es lo mismo que cuando estás con el equipo. No es fácil entrenar en solitario, pero si entrenas y tienes un buen tono muscular, al final es más fácil.
¿Cómo le convenció Manolo Gaspar?
Manolo fue muy directo. Me dijo cómo estaba todo y me convenció el solo hecho de que es el Málaga y es una oportunidad para mí de estar aquí para ayudar al equipo. No hablamos demasiado porque vio que yo tenía ganas de venir porque sentía que ellos querían que viniera.
Ya ha metido dos goles aunque el árbitro concedió el de Lugo a Lombán.
En Lugo todo pasó muy rápido y si no hubiera marcado yo el gol después del rechace (al disparo de Lombán) le facilitó al árbitro porque igual si no hubiera marcado yo lo habría revisado el VAR, que si entró, que si no…al final se lo dieron a David pero es otro gol y ganamos el partido.
¿Goleador de raza?
No me gusta prometer nada porque lo único que puedo hacer es darlo todo. Sabéis que los delanteros vivimos de las rachas y nosotros donde tenemos que estar es en el área.
¿Delantero centro puro o prefiere jugar como segundo punta?
Me gusta jugar en las dos posiciones. No tengo problemas en jugar con dos delanteros, de ‘nueve’ puro o de segundo delantero. Si sabes asociarte, te facilita jugar en varios sistemas.
¿Qué delantero le gusta más?
De pequeño, como muchos, mirábamos a Ronaldo, el brasileño. Pero mi ídolo era Shevchenko, el del Milán que era un equipazo. Me gustaba verlos jugar porque eran un gran equipo.
Su padre jugó con el Mérida en 1997.
Estuvo ahí y de hecho nosotros empezamos ahí a jugar al fútbol (también se refiere a su hermano Marko). También era delantero. Jugó ocho o nueve años en el Partizan, que es junto con el Estrella Roja, el equipo más grande de Serbia. En la antigua Yugoslavia los deportistas no podían salir del país antes de los 28 años. Lo rebajaron a los 27 y él se pudo ir a Chipre donde fue dos veces pichichi. Con 31 o 32 se fue al Mérida. Ese año ascendió a Primera y se retiró del fútbol.
¿Qué pasó después?
Se quedó trabajando con el club y nosotros (su hermano Marko y él) nos quedamos jugando al fútbol e íbamos al colegio. Cuando mi padre decidió ser entrenador regresamos a Belgrado.
¿Cómo era su vida en Mérida?
Una experiencia bonita y tengo amigos. Con algunos de ellos todavía tengo contacto. Algo bonito que se te queda para toda la vida, como el español que lo hablo desde entonces.
Y lo habla bastante bien.
Cuando eres niño lo aprendes mucho más fácilmente. Y nosotros éramos uno más. Éramos extremeños, porque hablábamos como ellos. A veces el español, a veces, se imponía al serbio (risas).
¿Jugó en Mérida?
Estuve seis años jugando en categorías inferiores en Mérida. En aquellos años eran cuatro años de fútbol sala, después pasabas al fútbol siete. El último año de fútbol sala quedamos campeones de España. La comunidad de Extremadura ganó en la final a la de Madrid. Fue algo bonito.
¿Tiene el pasaporte español?
No lo tengo porque regresamos antes de cumplir los diez años seguidos de residencia que exigen. Por tiempo podría haberlo tenido, pero no cuentan las veces que después he jugado en España.
Ha jugado en once clubes de nueve países diferentes.
Es algo que en el fútbol puede pasar porque muchas veces no son decisiones que tu tomas sino que vienen de personas de fuera. El deporte es así. Aunque estés a gusto en un sitio nunca sabes lo que puede pasar. Y a mí me gustaría quedarme aquí, en España. Es donde mejor me siento.
¿Le han propuesto quedarse en el Málaga?
No hemos hablado todavía. Tenemos partidos por jugar y vamos a ir viendo. Hablaremos seguro. Imagino que llegará el momento en que se hable para ver un futuro a ver qué piensa el club y verlo todo.
¿Si por usted fuera firmaría mañana mismo?
Estoy tranquilo porque nos quedan partidos por jugar y estoy concentrado en eso. El club va a decidir cuándo hablar. Ya nos sentaremos y hablaremos.
En el Sporting anotó 23 goles en una temporada.
Llegué al Sporting después de varias temporadas que lo estaba haciendo bien. En el Sporting sé que lo hice muy bien y tuvimos esa mala suerte de quedar fuera en el playoff y no ascendimos. Estuve muy bien en el Sporting.
¿Y en el Getafe?
Tuvimos la mala suerte de bajar a Segunda después de hacer una primera vuelta buena con 25 puntos. Y bajamos tras hacer solo ocho puntos en la segunda vuelta. Al año siguiente ascendimos. Y hacerlo en playoff parece que lo festejas más. El campo, contra el Tenerife, estaba a reventar y lo vivimos con la afición.
¿Se imagina poder vivir algo así con el Málaga?
Matemáticamente no estamos descartados.
¿El ascenso es un sueño, una ilusión? ¿Es posible?
Yo creo que es una ilusión para todos los que estamos aquí. ¿Por qué no? Ilusionarnos es algo bonito. Creer en ello también. Trabajando como hasta ahora no te pueden quitar ese sueño.
¿Qué le parece el proyecto de Superliga?
El fútbol es de todos. Quieren meter mucho dinero, pero al final la Champions tiene eso de que puede haber una sorpresa. Y eso es lo bonito del fútbol.
Recordamos al Málaga, en los cuartos de final en 2013.
Todos saben el Málaga no pasó (a semifinales) no por méritos del equipo. Llegar a los cuartos no se lo esperaba nadie. Por eso la Champions es bonita porque siempre hay algo, aunque el Málaga tenía un equipazo.
El Málaga parece que está recomponiendo como entidad y equipo.
Después de los tiempos malos por los que ha pasado tanto el club, la afición, la ciudad…se merecen estar en lo más algo y ojalá pueda pasar en un futuro cercano.
La cantera, al poder
Hay jugadores muy interesantes y los chicos que vienen de abajo tienen que aprovechar la oportunidad. Deben trabajar todavía más duro.
Lamentablemente, usted sufrió una rotura del ligamento cruzado.
No es fácil, pero lo superas. Cabeza arriba y a trabajar para volver más fuerte. Se pasa mal porque yo, que nunca tuve lesiones, y de repente sufres una grave, no es fácil. Todos nos reponemos.
Esto es un mensaje de optimismo para Chavarría e Iván Calero.
Se están recuperando. Pablo tuvo la misma lesión antes y sabe cómo va. Para Iván es la primera vez y tienen el apoyo de los compañeros y van a volver más fuertes. Se sale de todo.
¿Cómo le fue en Japón?
Estuve en un equipo donde quedamos en el puesto 19 de 22 equipos aunque no hay descensos. No fue una temporada buena para el equipo, pero venía de 10 meses de recuperarme de la lesión. Fue un periodo para ver que estaba bien y me ha servido para ahora.
¿Qué Málaga se ha encontrado?
Gente con mucha alegría, hambre e ilusión y eso se traslada en el campo con buenos resultados. Es importante el ambiente que tenemos.
¿Y Pellicer?
Muy bien tanto el míster como el resto del cuerpo técnico. Cada día se trabaja fuerte. Todos están metidos en los entrenamientos. Las cosas se están haciendo muy bien. Antes de llegar yo ya había resultados.
¿Cómo le va en el Omonia de Chipre a su hermano Marko?
Va muy bien porque están peleando por el título de campeón de Chipre. Van primeros. Les quedan tres partidos. Mi hermano lo está haciendo bien.
¿Le ha afectado la pandemia?
La verdad es que no. Fui a Japón y estaba todo abierto funcionando normalmente. Ellos llevan siempre mascarilla. Volví a Serbia y también abierto. Ahora lo mismo en España. Igual estoy con la suerte de que los países abren cuando llego yo…