Aprobados y suspensos del Almería: así puede peligrar hasta la promoción
Pobre imagen rojiblanca en ataque y en defensa. Gomes, en la picota, cambia su inamovible 1-4-2-3-1 y el nuevo dibujo apenas le dura un cuarto de hora.


Makaridze. Poco pudo hacer en el gol local, con su equipo muy hundido. Se le escurrió un balón en el minuto 38, dándole una oportunidad de oro al Mirandés.
Buñuel. Fue de menos a más, mejor como lateral que como carrilero. Le metió una buena asistencia a Corpas tras la reanudación. En la recta final a su centro-chut le sobró velocidad para que Sadiq llegase al remate.
Maras. En el descanso se quedó en la caseta, pero hasta entonces fue de los rojiblancos más destacados en ataque. Autor de un cabezazo en un saque de esquina por Robertone, que era medio gol salvado por Raúl Lizoain, remató con la testa en la acción que dio lugar con la pena máxima. Bloqueó con el pecho para evitar el 2-1 a falta de siete minutos para el paso por vestuarios.
Ivanildo. Gomes sustituyó a Maras y no a él en el descanso. Cumplió como lateral, aunque debe mostrar globalmente mayor empaque defensivo. Vio la quinta amarilla.
Cuenca. No está a su mejor nivel y el entramado defensivo almeriense lo nota. Su amonestación refleja el límite de los riesgos que permite Gomes a la hora de sacar el balón desde atrás.
Akieme. Sin llevar el peligro de otras tardes, puso un buen centro a Sadie en el 87'.
Samu. Debe controlarse más. Aumentó su promedio de tarjetas por partido, siendo ya de 0'42, tras ver su décimo cuarta amarilla de la temporada en una entrada en el centro del campo.
Morlanes. Sin la chispa y fluidez de otras ocasiones.
Corpas. Regresó a la titularidad y su gol fue de las pocas noticias positivas para los visitantes anotando dos meses después. Lanzó al centro su disparo desde los once metros, diana que supuso su duodécima diana del curso, transformando los cinco penaltis que ha lanzado. Tras el paso por vestuarios tuvo el doblete en un centro de Buñuel que remató con la zurda.
Robertone. Empezó bien y acabó mal. Avisó a los dos minutos aunque donde realmente llegó peligro fue en las jugadas a balón parado. De hecho, el penalti llegó tras un saque de esquina botado por él. Se perderá el duelo ante el Oviedo por acumulación de amonestaciones.
Sadiq. No termina de encontrarse y eso que lo intentó. Ha vuelto a la mala dinámica de principio de curso, abusando de la conducción y alejándose demasiado del área. La tuvo a la media hora de juego cuando ya había eliminado al meta local de la ecuación, pero tardó demasiado en armar el descaro. Se desfondó en defensa.
Lazo. Probó mucho a Raúl Lizoain, obús incluido. Se le debe exigir mucho más que eso.
Juan Villar. De los pocos que está mostrando una mejor imagen desde enero. Tuvo toda la segunda mitad, actuando como segundo punta. Descargó a las bandas, pero estuvo muy alejado del área.
Brian Rodríguez. Hasta los últimos diez minutos como si no estuviese. A día de hoy y visto su pobre rendimiento con la casaca rojiblanca los 10 millones de euros por él parecen una broma de mal gusto. Reclamó un penalti en un derribo con Víctor Gómez. Al final se fue enTonando y buscó desbordar.
De la Hoz. Sustituyó a Robertone en el 76', pero el guion del partido no exigía su presencia.
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Petrovic. Decidió mal en el descuento cuando tuvo la oportunidad de hacer el 1-2.
Gomes. Cambió su inamovible 1-4-2-3-1, algo impensable semanas atrás. Armó un 1-5-4-1 sin balón, 1-3-4-2-1 con él, volviendo a sus orígenes al cuarto de hora, con un central de 1'93 metros de estatura (Ivanildo) de lateral y un lateral (Akieme) de extremo. Si cuando el equipo iba bien hizo rotaciones por un tuvo, en Miranda de Ebro, aparte de la obligada entrada de Buñuel, apenas movió el once, con las únicas novedades de Ivanildo y Corpas. No termina de corregir la fragilidad defensiva, con mención aparte de los envíos laterales. Está en la picota con apenas un triunfo en los ocho últimos partidos, con el Almería alejadísimo de sus señas de identidad.





