Bárcenas ajusticia al Oviedo y el Girona huele el play-off
Un tanto del ex azul rompe un duelo monótono en el Tartiere. Los catalanes superan sus bajas y meten en problemas a los asturianos.
En un partido plano, una tarde plomiza de fútbol, solo un gesto rompió el tedio. Lo protagonizó Bárcenas, y no le faltó morbo al tema, por los dos años del panameño como jugador del Oviedo. Los azules le facilitaron el salto a España y Bárcenas mostró el por qué: golazo para desequilibrar un partido que impulsa a un Girona al alza hacia el playoff y alarga la espera del Oviedo por atar una permanencia que parecía al alcance de la mano tras la victoria en El Molinón.
La primera parte transcurrió a muy bajas revoluciones, como si Oviedo y Girona, con solo 13 jugadores del primer equipo sanos, no fueran conscientes del premio que les esperaba. Permanencia y playoff como recompensa final. Bustos retó a la defensa pero Grippo trabó en la primera, y única, aproximación catalana del primer acto. Tejera respondió con un zurdazo desde la frontal.
Ziganda tuvo que variar su plan inicial con la lesión de Leschuk, tras una caída, superada la media hora. Entró Borja Sánchez en escena y automáticamente el Oviedo mejoró. Encontró más chispa. De Borja nació la mejor opción azul. El media punta recortó y centró y Edgar cabeceó cerca del poste. Antes del descanso, Tejera pidió penalti en un choque con Cristóforo pero ni el colegiado ni el VAR decidieron actuar.
Tras el descanso, el Oviedo se hizo con el mando, aunque sin ocasiones claras. Bárcenas avisó de lo que vendría después en un chut que desvió Femenías y, acto seguido, Monchu lo intentó con la zurda. Para entonces, Stuani ya había ingresado en el terreno de juego.
El protagonismo de Bárcenas llegaría a los 62 minutos. El panameño recibió en el área, maniobró con agilidad ante Edgar y definió con la derecha abajo, al rincón, imposible para Femenías. El 0-1 ponía las cosas justo donde quería el Girona.
El Oviedo trató de intensificar su dominio pero a los delanteros les faltó acierto, especialmente a Rodri, negado ante el gol. Hasta tres ocasiones malogró el ariete: un cabezazo, un remate defectuoso y una acción en la que pidió penalti antes de chutar.
El duelo murió con el Oviedo poniendo más ganas que fútbol y el Girona acariciando un botín mayúsculo viendo las circunstancias y la situación que se le abre en la tabla: con el play-off de ascenso a tiro.