Alaba cambia el orden
El fichaje del central austriaco procedente del Bayern altera el estatus en el eje de la zaga, donde Ramos y Varane forman una pareja consolidada.
El statu quo del eje de la zaga del Real Madrid sufrirá la próxima temporada su primer gran cambio en muchos años. El fichaje de Alaba, pendiente del anuncio oficial, unido a las posibles salidas de Ramos o Varane (o de los dos), provocará el primer gran cambio en la pareja de centrales madridistas desde la salida de Pepe en 2017. Nadie ha cuestionado desde entonces la titularidad de los dos campeones del mundo, que en los últimos cuatro años han jugado 117 partidos juntos (228 en total en la última década desde que el francés llegó en 2011) con la camiseta del Real Madrid. Un período en el que han tenido como escuderos a Nacho, Vallejo y Militao.
Alaba abre una nueva era en la retaguardia. Su llegada no es sólo un cambio de nombres, también de filosofía a la hora de reforzar esa línea. Tanto Vallejo como Militao fueron fichados aún como jóvenes promesas. También Varane y Ramos. Sólo el brasileño había cumplido los 20 años (tenía 21) firmó con el club blanco. Alaba, en cambio, es un jugador maduro y con experiencia. El internacional austriaco, de raíces nigerianas y filipinas, cumplirá 29 años el próximo 24 de junio y llega con un bagaje de diez temporadas en el Bayern, con el que debutó con 17 años de la mano de Louis Van Gaal (jugó partidos en otras dos temporadas siendo aún jugador del filial), y casi 300 partidos jugados en la Bundesliga y 92 en la Champions. Un rendimiento de sobra contrastado.
La duda reside en a quién acompañará en el eje de la zaga: a Ramos o Varane. Ninguno de los dos tiene asegurada su continuidad en el Real Madrid la próxima temporada. La renovación del capitán, de 35 años, no avanza, a 80 días ya para que termine su contrato con la entidad madridista. "Ramos el año pasado aceptó. Este año está en una situación distinta...", dijo el lunes Florentino Pérez en alusión a la bajada de sueldo de la plantilla del Real Madrid por la pandemia y refiriéndose a las negociaciones con el futbolista. El club accede a saltarse su política de renovar año a año a los jugadores más veteranos (así ha acordado la renovación con Modric) para dar dos temporadas a Ramos, pero a cambio le pide al jugador asumir la rebaja salarial en el nuevo contrato.
Con Varane es otra historia. El francés, que este domingo cumple 28 años, termina contrato un año más, en junio de 2022, pero medita su continuidad más allá de esa fecha. El próximo puede ser el último gran contrato de su carrera y le apetece probar suerte en otras ligas. En la Premier siempre ha tenido al Manchester United como gran pretendiente y en las últimas semanas también ha surgido el interés de Chelsea. Si no ve garantizada su continuidad, este verano el Madrid tiene el incentivo de arañar un traspaso. Varane tiene un buen caché en el mercado: está tasado en 50 millones de euros por el portal especializado Transfermarkt. Una operación que inyectaría oxígeno en las arcas blancas, muy tocadas por los estragos económicos de la pandemia.