BG Pathum United, un ejemplo de gestión en plena pandemia
Josep Ferré y Andrés Túñez relatan cómo realizar una gran inversión en plena crisis de la Covid-19 acabó con BG escribiendo una de las páginas más exitosas de su historia.
La crisis de la Covid-19 ha azotado con fuerza al mundo del fútbol. De hecho, la falta de ingresos sufrida por los grandes de Europa fue uno de los motivos que impulsó la Superliga. Sin embargo, hay quien ha sabido aprovechar la coyuntura para hacer historia. Es el caso del BG Pathum United, un club fundado en 2006 que compite en la Thai League (Primera División de Tailandia). Los conejos, como se les conoce debido al año en el que nació su primer y hasta ahora único presidente, pertenecen a una filial de Bangkok Glass Public Company Limited y su máximo mandatario, Pavin Bhirombhakdi, es un poderoso empresario en el mundo del cristal y las bebidas. Domina el sector del agua embotellada y los refrescos y suyas son dos de las tres marcas de cerveza más importantes de Tailandia, Leo y Singha. "Es un apasionado y le gusta tener mucha comunicación con el 'staff' técnico", asegura Josep Ferré, que le conoce de su etapa como entrenador del BG. El español cree que, aun en pandemia, su gestión empresarial está siendo "realmente exitosa": "En 2018 el presupuesto bajó drásticamente y eso llevó al equipo al descenso, pero revirtió rápidamente la situación. Invirtió en el club cuando los demás redujeron drásticamente su presupuesto y consiguió jugadores a cuyos salarios otros clubes no podían hacer frente".
Llegaron así futbolistas como Sarach, que es uno de los mejores mediocentros de Tailandia, Thitipan Puangchan, Sumanya Purisai o el hispano-venezolano Andrés Túñez, que venía de ganar 12 títulos en seis años vistiendo la camiseta de Buriram United. "El presidente me dijo: 'A mi me da igual ser campeón, yo lo que quiero es estar entre los tres primeros para jugar la Champions'. Pero cuando vi el equipo que estaban montando pensé que podíamos ser campeones", recuerda Túñez, que consolidó la retaguardia de un Pathum United que basó su éxito en la fortaleza defensiva y el balón parado. "Nos faltó idea de juego, pero es que era muy difícil hacernos un gol", considera el exceltista, que firmó cinco de los 21 goles que transformó la zaga durante el campeonato. "Concedieron muy pocas ocasiones y convirtieron el balón parado en un arma letal gracias a la calidad de sus centradores y rematadores. En la recta final incorporaron a Diogo, máximo goleador de la historia en Tailandia, y Teerasil Dangda, que aportaron frescura cuando parecía que el equipo podía perder gas", analiza Josep Ferré.
BG Pathum United, que venía de jugar una temporada en Segunda, no solo logró proclamarse campeón de la Thai League por primera vez en su historia, sino que lo hizo con seis jornadas de antelación y sin conceder ni una sola derrota. Ya en la última jornada, sin nada en juego, los conejos cayeron frente a Muangthong United y dejaron escapar un invicto del que solo pueden presumir el propio Muangthong (2012) y Buiram United (2015). "El presidente siempre tuvo un gran poder adquisitivo, pero nunca se había atrevido a dar el paso. Económicamente es casi imposible competir contra Buriram, pero este año el Covid le dio una oportunidad y la aprovechó. Cuando se enteró de que quedaba libre insistió mucho en mi fichaje, pero yo ya estoy viejo", bromea Andrés Túñez, "estoy lento, pero los rivales me tienen respeto". El ex de Celta de Vigo o Elche nació en Venezuela, pero se siente "100% gallego". Junto a él, formaron parte de la plantilla de BG Pathum United otros dos españoles, el jienense Álvaro Silva y Daniel García 'Toti', que a mitad de temporada se marchó cedido al Samut Prakan City.
Una celebración deslucida por la Covid
"Celebramos el título a lo grande", asegura Túñez, "pero fue una pena que los aficionados no pudieran entrar al estadio". "Fue una temporada increíble porque nadie esperaba que pudiéramos ganar la Thai League. Ser campeón es muy difícil, imagínate viniendo de Segunda... La gente está contentísima y los jugadores que llevan aquí toda la vida agradecidísimos de que les ayudáramos a salir campeones. Todos llorando, dando las gracias... Para mí fue muy emocionante", rememora Andrés Túñez, un grato descubrimiento para todos sus compañeros de vestuario: "Me enfrenté a ellos anteriormente y creían que era un ogro porque nos pasábamos el partido insultándonos y dándonos codazos, pero fuera del campo es otro mundo. Soy un payaso, por eso tengo tantos seguidores en Instagram", bromea tras cumplir 34 años y consciente de que el final de su carrera deportiva se acerca. Mientras llega el momento de colgar las botas, el español se prepara para disputar su quinta Champions League asiática, la primera con la camiseta de BG. "Como mucho juego un año más. Estoy cansado y quiero regresar a España", sentencia.