El Sevilla eligió a la gente
El club de Nervión, favorito para jugar la Superliga al menos como invitado, deshojó la margarita pero acabó poniéndose de parte de la UEFA y de lo que pide su afición.
Los cantos de sirena del dinero suponían una jugosa motivación como para no mojarse con Florentino ni con la UEFA, para hacerse el muerto a la espera de acontecimientos. Motivos deportivos existen de sobra: siete títulos continentales (seis Europa League, la última hace pocos meses, y una Supercopa) en los últimos 15 años; siete participaciones en Champions desde 2007... y la décima posición actual del ránking UEFA, por delante en todos estos parámetros de clubes, como el Arsenal o el Tottenham, que sí se han decidido por la rebelión.
El sevillismo, en las redes sociales y la calle, en las tertulias y las cercanías del estadio, había mostrado casi sin fisuras su rechazo al nuevo torneo. El presidente José Castro respaldó in situ a Aleksander Ceferin, pues se había desplazado a Montreux para el congreso que la UEFA ha celebrado estos días. El dirigente utrerano hasta decidió ilustrar su estado de whatsapp con una significativa imagen junto al presidente del máximo organismo futbolístico europeo.
Hubo debate y voces discordantes, lógicamente, en la planta noble de Nervión. Pero Monchi, casi un guía espiritual, lo tenía claro. Así lo mostraría más tarde en Twitter. "Mi club... mi puto club. Si no existieras, habría que crearte. Orgulloso es poco. No a la Superliga europea", expresó el director deportivo poco después de de las 9 de la noche, cuando el Sevilla emitía por fin el comunicado que sus hinchas esperaban. Una reflexión que sin acogerse a las palabras de LaLiga dejaba a club blanquirrojo en una posición especial, propia.
El Sevilla mostró su "rechazo frontal a un torneo basado exclusivamente en parámetros económicos y fuera del ámbito de actuación de la UEFA". Una competición que "va absolutamente en contra del espíritu del deporte en general y del fútbol tradicional en particular. Este enfoque es manifiestamente contrario a nuestro ADN de nunca rendirse y de ponerse retos cada vez más ambiciosos, con la idea de superarlos día a día en el terreno de juego". Justo la posición que esperaba su gente.