MANCHESTER UNITED 3-BURNLEY 1
Greenwood es un diablo
El delantero inglés asumió las riendas de los diablos rojos y al final Cavani, en el descuento, terminó de noquear a un rival que tuvo contra las cuerdas a los de Solskjaer.
Dos goles de Mason Greenwood, ambos en la segunda mitad, han servido para que el Manchester United gane al Burnley en Old Trafford (3-1). El delantero inglés asumió las riendas de los diablos rojos y al final Cavani, en el descuento, terminó de noquear a un rival que tuvo contra las cuerdas a los de Solskjaer, que se mantienen con solidez en la segunda posición de la Premier League, con 10 puntos de ventaja sobre el tercero.
Con Henderson ya confirmado como titular en la Premier League -relegando a De Gea a los partidos de la Europa League-, la gran novedad del once de Solskjaer fue la presencia de Greenwood como delantero centro. El joven inglés va alternando funciones mientras crece a pasos agigantados, a veces como extremo y a veces como punta, y en esta ocasión le tocó liderar a los diablos rojos. En el segundo tiempo, llegó su zarpazo: tres partidos consecutivos marcando gol en liga, su octavo en esta temporada. En una jugada conducida por Rashford desde la banda izquierda, el centro lo dejó pasar Bruno Fernandes para que Greenwood rematara de primeras al palo largo. Una gran jugada colectiva a la que el Burnley respondió en 114 segundos, el tiempo que tardó Tarkowski en poner el 1-1 a la salida de un córner.
Sin embargo, Greenwood volvió a aparecer a cinco minutos del final. Recogió una pelota en el pico del área, encaró con la pierna izquierda, recortó hacia dentro y chutó con la zurda. Como le da igual por un lado que por otro, ambidiestro como pocos futbolistas en el mundo, Greenwood, encontró el hueco y, gracias a un rebote, hizo el 2-1 con su noveno gol de este curso, todavía lejos de los 17 que marcó la temporada pasada. Y sólo tiene 19 años. Qué joya de futbolista tiene Inglaterra.... Una más. En el último minuto, Cavani remató de primeras un centro lateral de Van de Beek para tumbar definitivamente al Burnley con el 3-1.