El Nápoles ralentiza la carrera del Inter
Después de 11 victorias seguidas, los de Conte no pasaron del 1-1. Su ventaja sobre el Milan es de nueve puntos. Los sureños, a por zona Champions.
El Inter ralentiza su imparable carrera hacia el scudetto: después de 11 victorias consecutivas, los nerazzurri no pasaron del empate en el Maradona, ante un Nápoles todavía muy vivo en la lucha por los puestos de Champions. El resultado deja muy tranquilos a los milaneses, cuya ventaja sobre el Milan ahora es de nueve puntos, y mantiene a los sureños cerca de cuarto y tercer puesto, que tienen a dos y cuatro puntos.
Los de Conte disputaron la primera mitad fieles a su estilo. Cerraban líneas perfectamente con su 5-3-2 y cuando salían con los contragolpes, la calidad de sus nombres propios los hacía letales.
Se explica así que en 45 minutos dominados por los locales, los nerazzurri tuvieron las mejores ocasiones rematando a la madera dos veces con Lukaku, que desvió al larguero un remate de Brozovic y golpeó el poste tras una falta de Eriksen.
Los de Gattuso, en cambio, empujaron sin pausas, pero no encontraban huecos y para adelantarse necesitaron algo de suerte. En el 36', Insigne combinó con Zielinski y centró buscando a Osimhen: Handanovic iba a atajar el balón, pero chocó con De Vrij y lo empujó en la portería.
El tanto sirvió para despertar a los nerazzurri, que empezaron la segunda mitad con más intensidad y pusieron las tablas en el 55', con un gran disparo desde el límite del área de Eriksen tras un centro de Darmian. La fase final del partido fue igualada, aunque en el último cuarto de hora se notó más el hambre del Nápoles, mucho más necesitado de puntos.
Politano golpeó el larguero y, después, De Vrij derribó a Zielinski en el área, aunque el árbitro, después de haber revisado las imágenes del VAR, decidió no pitar penalti. Los vaivenes continuaron también en el descuento (Manolas le quitó a Achraf el balón del 1-2 en la última jugada), pero el marcador no se movió y a los contrincantes les tocó contentarse con un empate que no querían, pero que tampoco les viene muy mal.