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Las Palmas LP
1
Sergio Araújo 84'
Málaga MGA
1
Scepovic 77'
Finalizado

LAS PALMAS 1 -MÁLAGA 1

Araujo rescata a Las Palmas

El argentino iguala el tanto inicial de Scepovic. El Málaga sacó petróleo en ataque. Los playoff se alejan un poco más para ambos equipos, casi salvados.

Tenía que echarse el equipo, y vaya si lo hizo. Se fajó por todo el frente de ataque insular y empató el partido en el minuto 85. Así se las gastó esta tarde Sergio Araujo ante un Málaga poco atrevido en ataque pero sacó el máximo provecho a su escaso bagaje ofensivo por medio de Scepovic, que entró al partido en el segundo tiempo.

El primer tiempo fue una condena para el espectador, auténtico suplicio, nada bueno que ofrecer por parte de Las Palmas y Málaga. Empezó mandando el equipo de Pepe Mel, pero amasar tanto porcentaje de balón, llegando a superar el 70% de posesión, carecía de sentido con un juego tan horizontal. Poco más que defenderse hacían las huestes de Pellicer, pero se aunaba demérito externo con algo de mérito visitante para tanta comodidad andaluza defendiendo.

Curiosamente, la primera ocasión de peligro, ya en el minuto 20, llegó por parte del Málaga cuando una peligrosa pérdida de balón de Maikel Mesa desembocó en un gran pase de Caye a Rahmani, quien se las prometía muy felices con su remate definitivo antes de que se le cruzara por delante un atento Álex Suárez. El primer tiro a portería del partido no llegó hasta 120 segundos más tarde. El protagonista fue Araujo, quien se escoró demasiado a la izquierda tras un conato de asistencia de Pejiño, pero su misil, muy centrado, acabó en córner tras la atenta intervención de Soriano, hasta el momento un espectador de lujo junto a Valles.

El partido se sucedía con sus interrupciones constantes, muy trabado, acaso imposible coger un mínimo ritmo de juego. Solo un espasmo, una jugada aislada, podría mover el marcador. Bien pudo hacerlo Araujo, omnipresente ante la usencia por sanción federativa de Jesé. A cinco minutos del descanso, el delantero argentino se encontró con un delicioso envío de Sergio Ruiz que le dejó solo en la frontal del área, pero tiró a romper cuando lo tenía todo a su favor para plantarse en un 1x1 contra Soriano, asistió impasible al despeje, más que chut, del 10 de Las Palmas.

En cualquier caso, ante el tostón ofrecido en un partido que no terminaba de arrancar, la llegada del descanso fue más que bendecida por Málaga y Las Palmas.

El inicio del segundo tiempo era un calvo del primero hasta que saltaron todas las alarmas en el minuto 49. Ocurre que Gorostegui Fernández pitó sin dudarlo un penalti de Suárez sobre Jozabed, que lo era, pero rectificó después tras demostrarse que el Jairo había centrado cuando la pelota ya salió por completo del la línea de fondo.

Suspiró Las Palmas, y de qué manera. Ni que hubiera recibido el alivio del castigo quitado, demasiado cruel por la inexistencia de merecimientos para ello, empezó a dejar que fluyera su juego de ataque. A punto estuvo de inaugurar el marcador en el minuto 62 cuando Soriano, en un despeja a centro de Benito, le dejó la pelota en bandeja a Araujo, cuyo cabezazo no se coló en la portería costasoleña por obra y gracia de Lombán.

Del Málaga apenas hubo noticias ataque hasta que, poco después de casi verse por debajo, Valles le sacó una mano prodigiosa, junto a la cepa de su palo izquierdo, a Caye Quintana. Esta jugada pareció espolear a los pibes de Pellicer, que por fin ofrecían algo en ataque. Justo o no, recibieron su premio a 12 minutos del final del partido cuando una cabalgada de Joaquín, que recibió con gusto una calamidad defensiva de Benito, se plantó en al área de Valles para centrar a la frontal del área amarilla, por donde apareció Scepovic para cruzar la pelota de manera preciosa y hacer el 0-1.

Enrabietada, como sintiéndose injustamente tratada por ese marcador, no decayó en su ánimo Las Palmas, iluminándose su camino en un córner botado por Aridai que Araujo remató de manera impecable de cabeza, ocho goles ya, haciendo imposible la estirada de Soriano para establecer el empate.

Desde entonces el marcador se mantuvo intacto, los deberes hechos por parte de Las Palmas y Málaga, que se quedan como estaban. Araujo hizo el 2-1 en el descuento, pero no se podía discutir su presencia previa en fuera de juego. De lo contrario hubiera coronado un partido imperial.

El playoff se mantiene de momento como una mera ilusión óptica para ambos equipos, pero también tienen hechos los deberes clasificatorios. La permanencia, objetivo principal de las dos entidades, parece virtualmente conseguida. Es lo menos que se merecen Las Palmas de Gran Canaria y Málaga, mar de ilusiones en cada una, tan hermosas ellas como sufridoras con sus equipos de fútbol, que tanto les deben.