El futuro de Musiala es ahora
Con apenas 18 años ya se está convirtiendo en un líder del campeón de la Bundesliga. Al Wolfsburgo le hizo un doblete que sirvió para dar los tres puntos al Bayern.
El Bayern curó sus heridas tras la dolorosa eliminación en la Champions de manos del PSG y dio un golpe sobre la mesa en su visita a Wolfsburgo que sabe a sentencia en la Bundesliga. Un día después del empate a uno del RB Leipzig frente al Hoffenheim, los bávaros se aprovecharon del pinchazo de los de Nagelsmann para dar un paso importante hacia el título. Gracias a la imperial actuación del joven Musiala, doblete incluido, el todocampeón se impuso por 2-3 al Wolfsburgo y, de esta manera, amplió a siete puntos la diferencia con respecto al Leipzig en la clasificación. A falta de tan solo cinco jornadas para el final, mucho tendría que pasar para que los muniqueses no terminasen levantando su novena ensaladera consecutiva.
Sigue sin poder contar el Bayern con piezas claves del esquema de Flick como son Lewandowski o Gnabry, pero no se notaron las ausencias sobre el césped del Volkswagen Arena. Liderados por un imperial Musiala, que con apenas 18 años ya se está convirtiendo en un líder del campeón de la Bundesliga, arrasaron al Wolfsburgo en la primera mitad. Fue el propio Musiala el encargado de poner por delante a los bávaros, que ampliaron la renta tras un grave error del meta Casteels por medio de Choupo-Moting. Logró recortar diferencias Weghorst tras una pérdida de Müller, pero una vez más Musiala, esta vez de cabeza, restableció la diferencia de dos goles antes de pasar por vestuarios.
No cambió el guión del partido tras la reanudación, con un cuadro muniqués que dispuso de numerosas ocasiones para sentenciar el choque. Sané perdonó demasiado ante un Wolfsburgo que, de la nada, volvió a dar emoción al partido. Philipp se aprovechó de un error colectivo en la zaga visitante para batir a Neuer y volver a meter en el partido a los suyos. Fue entonces cuando los de Glasner mostraron por qué se sitúan en tercera posición de la tabla e intimidaron al cuadro de Flick. Weghorst tuvo el empate en sus botas. Sufrió el Bayern. Pero resistió, llevándose tres puntos del norte de Alemania que, con tan solo 15 puntos por repartir, vuelven a acercarles a la que sería la trigesimo primera ensaladera de su historia.