Joaquín: "No debemos pensar en los derbis previos; no fueron buenos"

La tensión aumenta a medida que se acerca el derbi asturiano del próximo sábado. El Sporting decidió que este jueves fuese su responsable de Relaciones Institucionales, Joaquín Alonso, quien acudiera a la sala de prensa de Mareo para hablar del encuentro y precisamente de las relaciones con el Real Oviedo, que califica como "cordiales". El legendario futbolista aconseja a los sportinguistas a "no pensar en los derbis previos porque no fueron buenos para nosotros".

Joaquín prefiere mirar con "máxima ilusión y optimismo" al futuro. "Hay que pensar en positivo, conseguir los tres puntos y mantener y mejorar la posición que tenemos", dijo el ex futbolista. Y añadió: "Estos últimos ocho encuentros tienen que ser ocho finales para poder buscar meternos en el 'playoff' y después veremos qué ocurre. Es un rival difícil de batir, que ha empatado 16 partidos, pero tenemos que pensar en la victoria".

En opinión de Joaquín, "sumando los tres puntos, con 59, damos un paso importante porque los contrarios también tienen enfrentamientos directos". En este sentido, recordó que "todos los equipos tienen dificultades para sumar, la competición está muy reñida y todo el mundo aprieta". El Sporting tiene "un equipo que compite en todos los encuentros y debemos seguir creciendo para llegar con fuerza a los últimos partidos", afirma el director de Relaciones Institucionales del la entidad gijonesa. "Nos estamos jugando mucho porque estamos en una situación privilegiada".

Después de una etapa de distanciamiento, las relaciones entre el Sporting y el Oviedo han vuelto a ser "cordiales", pero las limitaciones que provoca la pandemia impide que se puedan expresar de la mejor forma. "No podrá haber comida ni encuentro previos, pero el sábado intentaremos ser un buen anfitrión, como hacemos con todos los clubes que nos visitan", aseguró Joaquín Alonso.

Joaquín es el jugador que más veces ha vestido la camiseta del Sporting, con más de 700 partidos de rojiblanco entre oficiales y amistosos. Sin embargo, solo disputó siete derbis en competición, dos de ellos en Segunda (un triunfo y un empate); su única victoria al eterno rival fue la más sonada de la historia del club gijonés en este tipo de partidos de rivalidad porque fue el 1-2 en el Tartiere, con goles de Quini y Ferrero, que significó el ascenso a Primera en mayo de 1977. "Me quedan un poco lejos aquellos partidos", matizó el legendario centrocampista, aunque reconoce que ayer, hoy y siempre se trata de "un partido especial y una semana diferente".