La leyenda de Anfield

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Después del 3-1 de la ida, Jürgen Klopp culminó su pulla al Alfredo Di Stéfano recuperando el espíritu de Anfield (aunque sea vacío) y usando una malévola puntilla: "Jugaremos en un estadio de verdad".

Juegos psicológicos a un lado, el Madrid visita por primera vez sin que haya ni un alma en las gradas el estadio con más mística del fútbol inglés junto a Old Trafford. La pandemia ha dejado a los reds sin una baza fundamental para sus remontadas. Se trata de la icónica grada The Kop, 'the twelfth man', el futbolista número 12 del Liverpool. Una grada nombrada así tras la guerra de los bóers y que juega. Llegó a contar con 25.000 ruidosos kopites (hoy en día, 12.000 sentados) apretando al rival cuando el Liverpool atacaba hacia ella. Lo dijo Bill Shankly ("The Kop absorbe la pelota hacia la red") y lo terminó de reflejar el escritor Stephen F. Kelly en un libro dedicado a este lugar único. "Para un hincha del Liverpool es un lugar de devoción y, después del desastre de Hillsborough, un santuario".

Es Anfield carne (cemento, mejor dicho) de leyenda y lo curioso es que fue primero campo del eterno rival de la ciudad, el Everton, que lo abandonó para irse a Goodison Park. El trayecto de un kilómetro entre ambos estadios olerá siempre a fútbol, aunque los tiempos cambien. El Everton se va a mudar en 2024 y el Liverpool quiere maquillar Anfield. Va a gastar 80 millones de euros para modernizarlo y también aumentar uno de los fondos, ganando así 7.000 espectadores, hasta los 61.000 en total.

Emotividad. Este Anfield vacío que no entona antes del pitido inicial el You Never Walk Alone de Gerry and The Peacemakers se ha convertido en una losa emocional para el Liverpool. Hasta el 2-1 pasado domingo contra el Aston Villa, los reds no habían ganado en casa en todo 2021. Es más, habían perdido seis partidos caseros de la Premier consecutivos. Pero el Liverpool y Anfield, como el Madrid, siempre dan lo mejor de sí cuando aparece la Copa de Europa.