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Villarreal VLL
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Gerard Moreno 43' (p)
Finalizado

EUROPA LEAGUE (1/4 IDA) | D. ZAGREB 0-VILLARREAL 1

Gerard marca el camino

El delantero internacional del Villarreal volvió a ser clave en la ida de cuartos en Zagreb: forzó un penalti que él mismo transformó en el 44’ y da ventaja en la eliminatoria.

Gerard marca el camino
ANTONIO BRONICREUTERS

Las estadísticas de Gerard esta temporada, con 24 goles y ocho asistencias, son imponentes. Su 2021, inmaculado: 15 tantos, 7 pases y titularidad asegurada en la Selección. Pero es su liderazgo, el miedo que infunde en el rival y la confianza que contagia en su equipo lo que de verdad le da grandeza. El Villarreal se plantó en Zagreb con el gen competitivo en estas eliminatorias que patentaron Emery y Bacca, tiranos de la Europa League, pero también con cierta necesidad histórica. Y fue Gerard el que, en el peor momento, con el Dinamo más descarado e invicto en su estadio, se inventó una jugada en un rincón del área que convirtió en un penalti que él mismo transformó. Fue justo antes del descanso, cuando más se disfruta y más escuece. Las estrellas aparecen cuando más se las necesitan. Y él nunca falla a la cita.

Tras el Bayern-PSG del Champions, que pareció otro deporte, cualquier comparación es odiosa, así que a estas alturas igual es mejor no intentar engatusar. El Submarino cambió su obsesión de siempre por la brillantez y en su estrategia tiró más de oficio. Foyth y Capoue dieron una pátina de profesionalidad que elevó un punto más la solidez. Parejo y Trigueros picotearon de maravilla entre líneas y, a falta de desborde y pegada, con Chukwueze más tímido que de costumbre, explotó las subidas por la izquierda de Pedraza. El lateral, un correcaminos infatigable, tuvo dos buenas ocasiones (6’ y 20’). El Dinamo, por su parte, intentó repetir algunas de las buenas costumbres que mostró ante el Tottenham. Circuló rápido y bien en el primer tiempo, conectó compulsivamente con Orsic y Majer, pero le faltó colmillo en los metros finales. Ni las dudas de Rulli a balón parado le ayudaron.

Con el 0-1, el Dinamo perdió la confianza y el descaro y se dedicó a perseguir a un Villarreal solidario y bien armado. Emery ordenó contención en las salidas y seriedad, y su plan pasó por ir metiendo frescura sólo en aquellos sectores donde el cansancio se acumulaba. Alcácer entró al descanso y dejó grandes detalles, mejores cuantos menos toques da. Pudo marcar el segundo en el 65’ con una asistencia magistral de Gerard. El equipo por fin no se desordenó como le sucede a veces con el actual carrusel de cambios, que aunque es optativo se toma en ocasiones como obligatorio, y fue teniendo cada vez más protagonismo con balón. Y eso, con la calidad y profundidad que tiene en el banquillo, le sirvió para tener opciones de sentenciar. Moi, que entró por Chukwueze, estuvo incisivo. La ventaja no pudo ampliarse pese a la insistencia de Trigueros. Pero el botín no es pequeño ni anecdótico. El Villarreal, además de tener un pie en semifinales, ha aprendido a competir. Y eso es una estupenda noticia en su sueño primaveral de pasar a la historia con títulos y no sólo con méritos.