Asensio es el socorrista
Benzema ha encontrado, al fin, el socio que necesitaba. Entre el francés y el balear han hecho los últimos ocho goles en juego del Madrid. El 'toque' de Zidane a Asensio surtió efecto.
Zidane le mandó el mensaje y Marco Asensio lo captó al vuelo. Suplente contra el Elche, la Atalanta y el Celta de manera consecutiva, un toque de atención en toda regla de entrenador a pupilo y ahora el balear parece otro. El Eibar confirmó la resurreción de la temporada de Asensio con un gol, otro anulado y un balón al poste que le traen dividendos al técnico madridista: Benzema ha dejado de estar solo. Entre Karim y el balear han hecho los últimos ocho goles en juego del Madrid (entre medias 'se coló' el tanto de penalti de Ramos a la Atalanta). Aparece el Liverpool y el Clásico y el gol blanco ha dejado de ser monopolio forzoso de un Benzema que soporta la presión mientras olisquea el pichichi de LaLiga. Asensio aparece para compartir su carga justo cuando el Madrid más lo necesita.
"Me alegro por Marco, este gol le dará energía". Si Zidane hablaba así tras el partido es porque estaba por dentro más que satisfecho con el cambio. Asensio recogió el guante y se autoespoleó. Aprovechó desde el banquillo minutos de relleno en el 3-1 a los italianos con el último gol de la contienda en el 84' y con La Dea de brazos bajados, casi lo mismo que hizo pocos días después cuando amarró el 1-3 en Balaídos en el minuto 94. Estímulos que Zidane tuvo muy en cuenta.
Asensio venía al alza y además contra el Eibar tenía una plus de motivación íntimo. Lo dejó ver cuando superó a Dimitrovic en el 1-0. Esta vez la celebración al cielo no fue en memoria de su madre, fue para su amona (abuela) paterna, fallecida la semana pasada. Horas antes de la EuskoFinal de la Copa del Rey, el mallorquín honró sus raíces vascas con un tanto con un gran control y conducción que fue un alivio. La famosa mochila de piedras a la que se refería Ramos hace un par de años estaba siendo demasiado pesada para el nuevo 11 madridista. Un dorsal que parecía haberse convertido en maldito desde que cayó en manos de Gareth Bale.
| Benzema | 8 |
| Asensio | 3 |
| Varane | 2 |
| Mendy | 2 |
| Vinicius | 1 |
| Kroos | 1 |
| Ramos | 1 |
| Casemiro | 1 |
Ahora sí que entran
La confianza del futbolista es algo tan difícil de descifrar que ni los propios interesados saben como explicarlo. "Los balones que antes daban en el palo, ahora entran", fue la explicación de Asensio tras marcar otro gol, de tacón, que habría puesto al Bernabéu de pie de no ser por la pandemia y porque estaba por centímetros en fuera de juego. Pero la depre a nivel de rendimiento de Asensio no se podía cifrar solo en sensaciones e intangibles. En partidos como el último Derbi, ni el mal sabor de los postes, porque ni disparó a puerta. Tampoco contra rivales endebles como el 2-0 al Getafe y en el 1-2 a Huesca, donde tuvo que aparecer un goleador inesperado en Varane. Eso fue un antes que ahora no preocupa a Asensio. "Van a venir más goles", promete. Para que Liverpool y Barça tomen nota.