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BARCELONA

El factor Piqué

El central, cuya última imagen 'en juego' es la del golazo en la remontada ante el Sevilla, decidido a darle el punto de experiencia y ganador al Barça en el tramo final de temporada.

El factor Piqué
JOSEP LAGOAFP

Este sábado hace un mes justo que Gerard Piqué se lesionó. Su última imagen 'en juego' es su eufórica celebración después de marcarle el 2-0 al Sevilla en el Camp Nou en el último suspiro deL tiempo reglamentario de la eliminatoria. El gol, un cabezazo fantástico que hizo honor a un gran centro de Griezmann, permitió al Barça levantar la eliminatoria. "Si remontamos contra el Sevilla, la temporada cambia completamente", había dicho el central cuatro días antes, después de ganar en el Sánchez Pizjuán el partido de Liga en un partido que devolvió credibilidad y fe al Barça, y que confirmó volteando la semifinal de la Copa. Pero esa misma noche, Piqué hizo un gesto extraño para dar un pase relativamente fácil durante la segunda parte de la prórroga. Giró demasiado su rodilla derecha, la que se había lesionado en el Wanda, y se lesionó. Aunque él mismo quiso quitarle importancia, se había producido un esguince en el ligamento lateral interno y ha tenido que estar un mes en barbecho.

Después de un mes parado, Piqué está listo para volver. Se ha entrenado cuando correspondía y cuando no, demostrando implicación y ganas de colaborar en la conquista de títulos. Piqué tiene grabado a fuego lo que sucedió en Lisboa el pasado 14 de agosto. Aquel 2-8 dejó al Barça mucho más que malherido, porque todo saltó por los aires. Él levantó la mano cinco minutos después del partido y se atrevió a decir que si era un poblema, estaba dispuesto a dar un paso al lado. "Hemos tocado fondo". Piqué también pareció hastiado, como con ganas de cerrar una carpeta.

Pero nadie le dijo que se fuera. Al contrario, Koeman le reforzó. Los primeros meses no fueron fáciles, pero desde su camilla de recuperación (Piqué se lesionó en noviembre en el Wanda cuando, por cierto, ya había renovado hasta 2024), ha visto cambiar el ambiente en el vestuario, el rendimiento del equipo en el césped y la unión de la caseta. La aparición de jóvenes limpios de antiguos vicios del vestuario ha terminado por empujar a los veteranos.A todos, y entre ellos a Piqué, les toca ahora dar el toque de calidad aportando experiencia y rendimiento en las últimas jornadas de temporada. Piqué es consciente de que en los próximos quince días se ventila gran parte del futuro del Barça este curso con el Clásico del día 10 de abril y la final de Copa del 17. Su vuelta a los terrenos de juego implicará cambios. Mingueza o Griezmann pueden ser los grandes damnificados de su regreso, dependiendo de dónde quiere colocar Koeman al catalán y a De Jong. Pero eso realmente es lo de menos. Para Piqué, recuperar la hegemonía contra el Madrid después del 1-3 del Clásico de la ida y conquistar su séptima Copa del Rey (igualaría, junto a Busquets y Messi, a Gainza como jugador con más Copas de la historia), es una cuestión de honor. Lleva fallando un buen tiempo y no quiere hacerlo ahora.