Zé María desvela cómo saboteó su fichaje por el Madrid
El exjugador brasileño, que pudo fichar por el Real Madrid pero prefirió el Parma, está en el paro, busca un nuevo equipo para entrenar y se inspira en las tácticas del portugués.
Zé María pudo fichar por el Real Madrid, pero prefirió Italia y marcharse al Parma en la temporada 1996-97. Peruggia fue su siguiente club antes de volver a Brasil (Vasco da Gama, Palmeiras y Cruzeiro) para regresar de nuevo a Italia. El Inter era su sueño y lo cumplió. Allí jugó entre 2004-2006 y allí volvió para hacer sus prácticas en su nueva etapa como entrenador, tras colgar las botas, previo paso por el Levante.
Zé María ha confesado en una entrevista en La Gazzetta dello Sport que Mourinho le marcó y agradece lo mucho que aprendió de él: "Estuve con Mourinho en el año del Triplete (ganó la Champions League, la Serie A y la Coppa italiana en la temporada 2009-2010). Pude ver cómo entrenaba durante una semana. Él estaba en su mejor momento. Me llamó la atención cómo manejaba el grupo. Ralentos ya consagrados como Eto'o y Sneijder, luego también a los jóvenes que iban surgiendo, como Balotelli. Mario fue la gran estrella del fútbol italiano. Mourinho logró crear armonía. Y todavía le agradecen por lo que hizo. En el Inter consideran que es el mejor entrenador del mundo que han tenido. A Materazzi le encanta".
En Perugia se repitió la situación con Materazzi y Grosso. Luego, en Milán, Zé María se puso la camiseta del Inter. Ahora vive en Brasil, en las afueras de São Paulo, donde puede recargar las pilas a la espera de una nueva gran aventura, un nuevo equipo al que entrenar: "Además de haber entrenado en Italia, también lo he hecho en Brasil, Rumanía, Albania y Kenia. Estoy esperando encontrar un nuevo equipo. Con la pandemia, salir de Brasil no es fácil. Y encontrar trabajo aquí es igual de complicado porque llevo mucho tiempo fuera. Me conocen como jugador y como entrenador, a pesar de eso, la gente sabe poco de mí.
En Rumanía dirigió FC Ceahlăul Piatra Neamț, donde le pasó de todo: "En Rumanía tuve una experiencia particular: el presidente era italiano y dijo que quería hacer la revolución, en la práctica no tenía el dinero para formar parte del equipo. Estuve cuatro meses sin cobrar un euro. Luego, el club quebró". Ahora busca un nuevo equipo, donde aplicar las técnicas de Mouinho que tanto le impactaron.