Faubert: "La selección y el Madrid no llaman jugadores por caridad"
El excentrocampista, con un paso fugaz por el conjunto blanco, repasa en 'SoFoot' su carrera, de la cual se muestra orgulloso. Ahora se ha pasado a los banquillos.
Julien Faubert puede presumir de tener un currículum que incluye al Real Madrid y la selección francesa. Pero su paso por le conjunto blanco comenzó a nublar su carrera, pues apenas disputó 54 minutos en los seis meses que duró su cesión antes de volver al West Ham. De hecho, lo más recordado es su imagen en el banquillo descansando los ojos durante un partido. Lo ha negado posteriormente, ("Estaba enfadado porque otra vez no iba a jugar. No se ve ahí, pero tengo los ojos abiertos. Da la sensación de que los tengo cerrados, pero no"), pero marcó su etapa como madridista.
Sin embargo, con motivo de la visita de Francia al Estadio Olímpico de Sarajevo, donde debutó y marcó en su único partido como internacional absoluto el 16 de agosto de 2006 (al Madrid llegaría en enero de 2009), SoFoot ha ido en su búsqueda. En la entrevista explica su nueva situación laboral en el Étoile FC Fréjus Saint-Raphaël. "Llegué hace dos años como jugador (...). Luego hubo un cambio de rumbo y el club sugirió que comenzase mi reentrenamiento. Por el momento, trato de hacer llegar a los jóvenes mi experiencia", relata desde su puesto de entrenador del equipo Sub-15 de su último club. "Estoy muy feliz", completa.
Su único partido con la selección lo recuerda con nitidez y le sirve para motivar a sus pupilos: "Cuando miras mi página de Wikipedia dice, 'internacional francés', eso es lo que importa, aunque fuera internacional una vez. Después (los chicos) me preguntan qué jugadores estaban conmigo. Cuando digo nombres como el de Thierry Henry les llama la atención...". Asimismo, no olvida los momentos previos al choque: "Cuando llegué al vestuario vi mi camiseta doblada, 'Faubert, 10'. Lo descubrí en ese momento, yo no elegí ese número. Los veteranos como Henry, Trezeguet o Wiltord tienen sus dorsales y los jóvenes nos quedamos con el que queda".
Y ser el número '10', justo después de la retirada de Zidane, no es cuestión baladí, pero ello no le quitó el sueño, pero sí que le hizo soñar: "Piensas en la carrera del jugador (Zidane), piensas en Platini, en muchos otros. Yo no tengo el mismo tipo de juego, en absoluto, pero trazas paralelismos de manera inevitable", reconoce, sincero.
Etapa en el Real Madrid
Y por último, aparece su etapa en el Real Madrid como parte de la conversación. "Cuando la gente me pregunta cómo es el vestuario del Madrid, respondo que es un vestuario normal, con música, chicos riendo y bailando. Pero bueno, es el Madrid y es un poco diferente. Inmediatamente sientes el alcance del club. Como jugador había vivido lo que mueve el fútbol y en el Real eso se multiplica por diez. (...) Cuando entras en la oficina donde firmas el contrato, sientes el peso de la historia. Y la sala de trofeos... te duele la cabeza", comienza.
La adaptación fue exprés: "No tienes tiempo de pensar en ello (...). Lo que te marca es el después, cuando te despiertas y dices, 'voy a entrenar con Raúl, Van Nistelrooy y Guti'. Podemos sumar a Salgado, Diarra, los holandeses... Jugar con ellos es impresionante. Hablo francés, inglés y español y entiendo italiano, portugués y turco. Tengo facilidad para aprender idiomas. En el Real usé mis conocimientos básicos de español para integrarme. Hacía bromas con Cannavaro en italiano y con los holandeses hablaba en inglés".
Con especial cariño recuerda su reencuentro con los holandeses, pues le eliminaron en el Europeo Sub-21 de 2006: "¡Fue un gran reencuentro! Especialmente con Royston Drenthe, que fue mi rival durante el partido. Por él me sacaron tarjeta roja. Pertenecíamos a la misma generación y eso facilitó la integración. Aunque reconoce que hubiera gustado jugar más, ser el suplente de Robben le lastró: "En el Madrid no hay tiempo, mirando atrás, desde un punto deportivo, lo entiendo. Robben caminaba sobre el agua en esos momentos (...) Aprendí mucho allí de todas formas".
Además, insiste en que episodio de la siesta no fue como se presuponía: "Me hace reír y no me importa porque sé lo que pasó realmente. Parece que estuviera tomando una siesta, pero en absoluto. ¿Imaginas cómo de cansado debe estar un tipo para dormirse en el banquillo del Real Madrid? ¡Seamos lógicos! Pero ya me advirtieron, hay que estar atento porque aquí se mira todo con lupa (...). 'Si cierra los ojos dos segundos le haremos una foto y diremos que está dormido' y eso es lo que pasó".
Por último, se muestra orgulloso de lo conseguido: "Tengo un 100 % de victorias con Francia, ¡así que todo está bien! (ríe) Ya en serio, para todo buen conocedor del fútbol, la selección de Francia nunca llama a nadie por caridad (...). El Madrid tampoco. A pesar de su solidez financiera, no van a invertir más de un millón de euros en un préstamo solo por gusto. Todo tiene su explicación".