Simeone, a vueltas con el dibujo
El Atlético se maneja entre los tres centrales y la defensa de cuatro, e incluso muta dentro de los partidos. Trippier, Carrasco y Hermoso son las bisagras.
El parón de selecciones permitirá al Atlético coger aire y despejar un poco la mente antes de la recta final. Para Simeone, además, son dos semanas para trabajar y apuntalar conceptos, aunque faltan once futbolistas. El míster da vueltas al plan y a la manera de colocar las piezas en el campo. En los últimos encuentros ha agitado el esquema, desde la defensa, con dos o tres centrales, hasta la compañía para Suárez. La polivalencia de sus futbolistas le permite mutar de un día para otro o incluso dentro del partido.
Hermoso, Carrasco y Trippier son las fichas con las que el técnico cambia el sistema sin retocar el once. Con ellos tres, puede pasar de la defensa clásica de cuatro a la de tres centrales con una sola orden. Contra el Alavés, como en muchas tardes desde otoño, el equipo empezó con Hermoso como central izquierdo junto a Giménez y Savic, y Carrasco y Trippier se encargaron de las alas. El inglés, que se perdió 12 partidos por sanción, dio su sexta asistencia del curso. Por momentos, Hermoso pasa al lateral izquierdo, el belga adelanta su posición y el equipo pasa a estar en 4-4-2 o en 4-1-4-1, con Koke como eje. La versatilidad de Llorente, Correa, Saúl, Lemar e incluso el propio Koke son un plus.
El sacrificio de Koke y de Carrasco
El capitán es uno de los esenciales de Simeone. Sin embargo, con el sistema de tres centrales su trabajo luce menos, aunque posiblemente sea más importante. Su zona de influencia está más cerca del inicio de la jugada que del final (sólo lleva un gol y dos asistencias) y la faena le obliga a acumular kilómetros. Es el sostén que permite soltarse a los compañeros de ataque. Kondogbia y Torreira, fichados para una tarea similar, no terminan de convencer, Saúl cotiza a la baja y Herrera aún está volviendo. Algo parecido a lo de Koke le ocurre a Carrasco. Cuando está de carrilero, su poderío físico da mucha salida al equipo por ese lado, pero él está más lejos del gol que cuando parte desde el centro del campo. Quizá brilla menos, pero es imprescindible. Para el Cholo es el más fiable para la izquierda. Lodi fue titular en Londres, pero está contando muy poco pese a que el técnico confiaba en que este nuevo 3-5-2 le venía bien también.
El dibujo con tres centrales, por el contrario, ha permitido ver la mejor versión de otros jugadores. A Trippier se le vieron las costuras en defensa en el primer tramo del curso, pero los tres centrales, especialmente Savic, le dejan ser algo más descuidado con su espalda y, además, conectar mejor con Llorente, uno de los cracks de la Liga. Hermoso, que apenas tenía sitio en el 4-4-2, es básico ahora, pues es el central con mejor salida de balón. Su nombre suena para la Selección de nuevo. Y la gran explosión ha sido Lemar, cuyo rendimiento se ha disparado como interior, participando mucho en la creación.
El equilibrio de atacar y defender
Pero Simeone no olvida la defensa de cuatro ni mucho menos. De hecho, fue lo que utilizó en los partidos anteriores al Alavés. Para el derbi contra el Madrid ya preparó un 4-1-4-1 (en la primera vuelta empezó con tres defensas y al rato cambió porque no funcionaba), que repitió ante el Athletic y el Getafe. Contra el Chelsea fue un 4-4-2 más puro, con Lodi en el lateral, Koke y Saúl en el medio, Hermoso y Lemar en el banquillo… En Londres, de hecho, cambió el plan varias veces sobre la marcha.
El Atlético ha llegado al parón con ciertas dudas, con grietas en la zaga y la sensación de que quizá ahora ataca mejor que defiende. La principal misión era acercar al equipo a Luis Suárez y a éste, al gol. También se trata de potenciar el talento de João Félix y de un Marcos Llorente que ha terminado de explotar. Pero sin olvidar que dejar la portería a cero te acerca mucho a los triunfos. Un puzle al que Simeone da vueltas y que, partido a partido, le llevará a manejarse con el 3-1-4-2, el 4-1-4-1, el 3-4-3, el tradicional 4-4-2… El Atlético ya ha demostrado su capacidad para adaptarse y superar los obstáculos que le vienen.