El Fuenlabrada se regala una noche de ensueño ante un Mallorca desconocido
Pinchi, con dos tanto y un penalti provocado, decantó la balanza para los azulones ya en el primer tiempo. El Fuenla se confirma como el 'matagigantes'.
El Fuenlabrada confirma su papel de ‘matagigantes’ al imponerse con un contundente 4-1 a un Mallorca que se mostró indefenso en los pies de los pupilos de Oltra.
El duelo empezó con un emotivo minuto de silencio por el fallecimiento de Mariano Anuarbe, padre del delgado del Fuenlabrada Rubén Anuarbe. Ya con el balón rodando sobre el césped del Torres, los pupilos de Oltra le robaron la vitola de favoritos al Mallorca, rozando el gol hasta en tres ocasiones en los primeros quince minutos. Rebeldía de David, la suya.
Primero, Pinchi puso sobre aviso a la zaga bermellona con un tiro manso en el 4'. Después, Espinosa, primera titularidad con la zamarra azulona, probó suerte desde fuera del área con un disparo demasiado centrado. Por último, Cristóbal peinaba una falta lateral que el cancerbero visitante atajó sin problemas. El Fuenlabrada rondaba ya peligrosamente a su presa. Fue en el minuto 13 y en una jugada que, a priori, no parecía que acabaría en buen puerto cuando los azulones encontraron premio. Un Pinchi renacido le robó el balón a Manolo Reina, que no pudo atrapar el balón. Gol 'fácil' para el extremo coruñés que introdujo el balón en la portería a placer.
No le gustó este gesto de rebeldía al Mallorca, segundo clasificado de LaLiga SmartBank, que se fue asentando poco a poco sobre el verde. Con una doble ocasión en el 25', primero Abdón y luego Febas, los de Luis García presentaron su candidatura a llevarse de la victoria. Sin embargo, estos minutos de dominio bermellón fue un mero espejismo de lo que sería una noche de maravillas para el aficionado azulón.
El más listo de la clase, eso es lo que fue Pinchi en este enfrentamiento. Otra vez, un fallo de Manolo Reina a la hora de controlar el balón y, otra vez, el atacante se aprovechó de su error adelantándose a todos y batiendo, con un potente disparo, al guardameta rival (0-2, 38'). No acabó ahí la fiesta azulona y menos cuando el omnipresente Pinchi seguía en los platos poniéndole su música a esta gran primera parte local. El coruñés provocó un penalti a los pocos minutos de su segundo tanto ante la mirada atónita de la defensa del Mallorca que sólo pudieron pararle a base de patadas. Nteka fue el encargado de ejecutar la pena máxima (0-3, 41').
El Mallorca volvió de los vestuarios queriendo afrontar con decisión la tarea titánica de remontar el 3-0. Ya con los primeros minutos del segundo acto, los visitantes habían generado más sensación de peligro que en toda la primera parte. Dani Rodríguez rozó el gol en el minuto 50. Sucede que el Fuenlabrada tiene un señor portero en Javier Belman. El guardameta sacó una mano felina para blocar el tiro del 14 mallorquín, acción de muchos quilates la suya ya que la muralla de camisetas de azulona no le permitió ver. No cesó ahí el ataque del Mallorca que lo fio todo a los centros laterales.
De uno de sus pases laterales llegó el primer gol del Mallorca, Jordi Mboula cazó un centro medido de Oliván para dar más esperanzas a los aficionados mallorquinistas (3-1, 56'). El Fuenlabrada, mientras, hundido en su área y viviendo de las paradas de Belman. Una de esas paradas se la hizo a Abdón Prats que cazó una pelota muerta en la frontal del área.
El equipo visitante siguió insistiendo en su tarea de dar la vuelta al marcador, pero su empuje se fue apagando hasta que el gol de Pathé Ciss, entrando sólo desde segunda línea, terminó por matar las esperanzas de remontada visitante. El Fuenlabrada, por su parte, se permitía el lujo de ser el primer equipo de la categoría en anotar cuatro goles al Mallorca. Nada más paso en una noche para el recuerdo kiriko y para el olvido bermellón.