Abramovich gana la 'guerra' en los tribunales a la prensa británica
Varios medios que publicaron noticias falsas sobre el dirigente del Chelsea deberán hacer donaciones a organizaciones benéficas elegidas por el ruso y pagarle todos los costes del litigio.
Roman Abramovich no va a la guerra mediática con los medios de comunicación británicos. Prefiere llevárselos a su propio terreno. En los tribunales, el magnate y propietario del Chelsea, ha anunciado hoy cuatro victorias: una frente a un tabloide como el MailOnline pero también otras tres ante periódicos de la prensa generalista como The Independent y The Times, que es el que más perjudicado sale de estos enfrentamientos producidos en los últimos meses. A cambio, estos medios deberán hacer donaciones a diversas organizaciones benéficas elegidas por el multimillonario ruso y pagarle todos los costes procesales del litigio en los tribunales.
El calado de Abramovich en Inglaterra es tal que, de hecho, ninguna de las informaciones falsas que se han publicado sobre él tienen nada que ver con el fútbol. Por ejemplo, el diario The Times, en referencia a un artículo titulado ‘Roman Abramovich, propietario del Chelsea, tiene un imperio inmobiliario en Reino Unido de 240 millones de euros’, reconoce que el ruso nunca pudo “perder la ciudadanía británica porque nunca la tuvo”. Además, asegura que “nunca fue nuestra intención el dar a entender que tenía conexiones con el Kremlin, con la corrupción, el crimen organizado o el abuso de los derechos humanos en Rusia o en cualquier otra parte”. Además, también desmintieron una información propia en la que aseguraban que Abramovich había regalado un yate de lujo a Vladimir Putin.
Otros, como The Independent, también han dado marcha atrás con apelativos como “el chico de los recados” de Putin, mientras que el MailOnline ha tenido que disculparse y pagar una indemnización por dar a entender que Abramovich era una persona que no se merecía recibir la ciudadanía. Todo ello enmarcado, de hecho, en la guerra que el partido conservador primero de Theresa May y ahora de Boris Johnson, le han declarado a los oligarcas rusos presentes en el Reino Unido.