Cuéllar abre el debate en la portería del Leganés
Ante el Fuenlabrada cometió dos errores que generaron incertidumbre en la meta. Las salidas y los penaltis, su punto débil. Garitano, por ahora, no ha dado señales de relevo.
El debate se ha instalado en la portería del Leganés. La actuación de Iván, el Pichu, Cuéllar en el partido frente al Fuenlabrada ha servido como acelerador de una discusión que pone en duda si debe seguir siendo el dueño de la meta pepinera o si debe dejarle su espacio a sus compañeros de portería, Asier Riesgo o Diego Conde. Por ahora, no parece que vaya a haber relevo.
Primero, porque Garitano no ha lanzado ninguna señal a ese respecto (más bien lo contrario) y segundo, porque los rivales que llegan son de altura y requieren, sobre el papel, la presencia de un portero con cuajo, capaz de lidiar con la responsabilidad y presión que supone medirse a los grandes de la categoría. Recordemos que tres de los próximos cuatro partidos del Leganés serán frente al Almería, Mallorca y Espanyol, todos fuera de casa.
El partido contra el Fuenlabrada
Contra el Fuenlabrada, Cuéllar estuvo poco afortunado sólo en dos acciones concretas, pero muy llamativas. La primera fue un balón al larguero de Rubén Pulido en el que Cuéllar salió tarde. No es la primera vez que le sucede. Los balones aéreos se han convertido en su principal punto débil esta temporada. En alguno, con consecuencias dramáticas, como el penalti que provocó contra el Sporting de Gijón. La otra acción llegó en el gol con el que Cristóbal hizo el 0-1, en el que, mal colocado, Pichu no estuvo fino para evitarlo.
Después del choque, Garitano quiso restar importancia al asunto y difuminó la mala noche del arquero en el nefasto partido colectivo que protagonizó el Leganés. “No hemos tenido un buen día. Todo el mundo, más allá de nombres. El equipo hoy no ha estado bien”, respondió evitando poner el foco sobre un puesto tan sensible como la meta. Pero el debate está ahí.
Luces y sombras
Cuéllar (36 años) cuenta con toda la confianza de un Garitano que fue el técnico que dio luz verde a su llegada a Butarque. En 2017, el arquero llegó después del descenso del Sporting con el de Bergara en el banquillo. Desde entonces se ha mantenido inamovible en un puesto que es delicado de gestionar también por el peso que Cuéllar tiene en el vestuario. Es uno de los cuatro capitanes y uno de los futbolistas con más partidos en su currículum de toda la plantilla blanquiazul, con más de 400 duelos oficiales disputados a lo largo de su dilatadísima carrera.
En el vestuario y cuerpo técnico son conscientes de algunos de estos errores, pero también saben que Cuéllar es un portero brillante entre palos, donde, por agilidad, gana muchos enteros. Hace no mucho, ante el Castellón, salvó al equipo de la derrota cuando mandó a córner un peligrosísimo remate al primer palo. No es la primera vez que lo hace. Luces y sombras.
En estas últimas, además de sus problemas en las salidas, está la tendencia a cometer penaltis que lo convierte en el portero que más penas máximas ha provocado esta temporada (tres). Sólo Gálvez, mediocampista del Castellón, lo supera.
En caso de que hubiera relevo, lo normal es que Asier Riesgo fuera el encargado de hacerse con la meta. Ahora mismo es el segundo portero del Leganés como demuestran las convocatorias caseras, en las que Garitano sólo incluye un guardameta entre los 23 elegidos. Hasta ahora, Riesgo ha sido este cancerbero reserva. Diego Conde sólo se une al banquillo en los partidos de visitante.