El ocaso de Pjanic
Lleva un mes desaparecido, sólo ha sido titular en seis partidos de LaLiga, Koeman no le encuentra encaje en el nuevo sistema y su rol en el equipo es ahora testimonial.
A Miralem Pjanic ya no le quedan fuerzas, o argumentos, para quejarse públicamente. Hace unos meses, cuando era titular indiscutible en la Champions, aunque en LaLiga aparecía y desaparecía del once, el centrocampista bosnio se explayó a gusto en una entrevista a un medio italiano, aprovechando la visita de la Juventus al Camp Nou para jugar el último partido de la liguilla, asegurando que no entendía por qué jugaba tan poco en la competición liguera y reclamando más minutos.
Esa fue su última aparición en los medios. Desde ese partido, donde el Barcelona cayó 0-3, perdiendo asimismo la primera plaza del grupo, el papel de Pjanic se ha ido difuminando hasta la mínima expresión. De hecho, para ver su último partido como titular hay que remontarse al 24 de febrero ante el Elche (3-0) en LaLiga en el Camp Nou. Un partido, por cierto, donde fue el gran señalado por el técnico holandés, al dejarlo en la grada en la segunda parte, tras una de las peores primeras partes que se recuerdan de la era Koeman.
La situación ahora mismo de Pjanic en la plantilla es, siendo generoso, complicada. Superado con creces por Sergio Busquets en el pivote, con un nuevo sistema donde no tiene un encaje fácil, con jugadores de la cantera, como Ilaix Moriba, que aprietan muy fuerte, y con la amenaza velada de fichar al holandés del Liverpool, Wijnaldum, para reforzar la medular de cara al próximo verano.
Pjanic, que llegó como una pieza de intercambio en una polémica operación de equilibrio financiero con Arthur Melo, nunca ha encontrado acomodo en el FC Barcelona. Empezó ya con mal pie -su presentación se tuvo que retrasar varias semanas debido a su positivo por covid19-, teniendo que incorporarse más tarde a la dinámica de trabajo y dificultando su proceso de adaptación al equipo. El doble pivote que dibujó Koeman, junto a Sergio Buzsquets, apuntaba que podría ayudarle en el encaje, pero rápidamente se vio que no había química entre ambos.
Así, Pjanic empezó a diluirse en el equipo, y más con los cambios de sistema que ha ido aplicando Koeman sobre la marcha, donde la apuesta última de tres centrales, y un pivote de referencia, le han dejado sin un hueco en la pizarra.
Los números de Pjanic son cualquier cosa menos alentadores. Es el jugador número quince más utilizado por Koeman, con un total de 28 partidos y 1.275 minutos, siete menos que Gerard Piqué, que arrastra casi cuatro meses de baja por culpa de las lesiones. Pero lo más preocupante es que de estos 28 partidos, sólo trece han sido como titular: seis en Liga, seis en Champions y uno en Copa. Y de estos trece, sólo ha completado cinco y, para más 'inri', sólo uno en Liga: Valladolid (0-3) en Pucela el pasado 22 de diciembre.
Para colmo, es el único jugador de la plantilla, junto a Sergio Busquets, Samuel Umtiti y Matheus Fernandes, sin mencionar evidentemente a los porteros, que aún no ha visto puerta, cuando en su caso, aterrizó en Barcelona con la etiqueta de ser un centrocampista con llegada y con facilidad para ver puerta gracias a su acierto en los remates fuera del área.