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ITALIA

De mandar a Buffon al banquillo a la autodestrucción

Angelo Pagotto, un exguardameta italiano, cuenta el repentino éxito, un fichaje frustrado por la Juve, las drogas... Acabó siendo pizzero en Alemania.

De mandar a Buffon al banquillo a la autodestrucción

Angelo Pagotto tenía un futuro prometedor en el fútbol hasta que tomó decisiones equivocadas que le hicieron perderlo todo. Era el portero de referencia en Italia, por delante en aquél momento de Buffon. Pero las drogas, el exceso de dinero... Ahora. a sus 47 años ,siendo pizzero en Alemania, cuenta en la Gazzetta su historia con todo tipo de detalles.

Pagotto ganó siendo titular el Europeo Sub-21: "Era joven, tenía mucho dinero en el bolsillo pero no una familia sólida que me guiara. Y tenía las chicas que quería. En ese momento, Buffon aún no era lo que se convirtió entonces. Él era unos años más joven, me preferían. Pero él y yo éramos los predestinados, los porteros más fuertes del momento",

Y le llegó una oferta de la Juventus: "Fue cuando estaba en Pistoia, cedido por el Nápoles. Estaba durmiendo, sonó mi teléfono y entre el sueño respondí. 'Soy Luciano Moggi'. Ataqué diciendo 'No te burles de mí'. Volvió a llamar y volvió a decir que era él, tenía que creerle. Quería llevarme a la Juve", contó el veterano.

Rechazar a la vecchia signora trajo consecuencias. "No sé si me equivoqué o no. En retrospectiva, tal vez hubiera sido mejor ir allí. Mi agente y yo hicimos varias valoraciones: la alternativa era la Sampdoria, Zenga estaba al final de su carrera y yo habría tenido más espacio, en la Juve habría tenido que sudar. Pero tras el no a Moggi, se cerraron todas las puertas".

Deciciones equivocadas

"Mi corazón todavía llora por dejar Sampdoria. El ambiente me fue agradable en todo, me sentí como una mierda. En Milán me encontré una ciudad fría y un club aún más frío". Hasta el Peruggia, donde dio positivo por cocaína: “En esos años todavía se podía sortear una prueba de dopaje y si tuviera mala fe probablemente lo habría hecho. Pero estaba tranquilo, tanto que había dado negativo en el test de la semana anterior en Parma y también en el de la semana siguiente en Padua. Sólo en la etapa intermedia después de la Fiorentina fui positivo, extraño…El fiscal me aseguró que si admitía las faltas solo me darían seis meses. Pero nunca pensé en hacerlo". 

Adiós al fútbol y nueva vida

"Todo se fue. Los futbolistas, mis antiguos compañeros ya no eran amigos. Pasé dos años en Liguria con mi madre en el hotel que habíamos abierto. Ella me creyó. Había días en los que no podía levantarme de la cama alternando con noches en la discoteca. Había comenzado una vida salvaje. Cuando me di cuenta de que la situación se estaba saliendo de control, me miré al espejo y me puse en tratamiendo. No me avergüenza decir que recibí ayuda, no podría haberlo hecho solo contra la depresión", afirmó.

Indulto

A pesar de ser indultado por la justicia deportiva, el fútbol nunca regresó como era antes. "Todos estaban enojados conmigo .El presidente de Triestina empezó a acusarme de amañar partidos, lo denuncié y me fui, a pesar de haber ganado el campeonato. Allí empezaron los verdaderos problemas.No pude encontrar un equipo".

Ya en el Crotone, nuevo escándalo de dopaje y el fin para siempre: "No tenía más adrenalina en el campo y la buscaba en la cocaína.Empecé a andar en malas compañías, me hacían sentir protagonista". Otra descalificación.

Alemania y la cocina, su salida

Pagotto decidió salir de Italia después de que no encontrar la felicidad. Todo eran escándalos públicos, aún cuando entrenaba a un equipo de fútbol base. "Fui a Alemania, fue pizzero y cocinero de todo. Algunos italianos me reconocían, pero con esa ropa de trabajo era difícil". Sin embargo, el fútbol sigue en su vida, ahora es el entrenador de porteros del equipo de su ciudad. En tierras germanas ha encontrado la paz.