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CELTA - REAL MADRID 3

Fede Valverde es el 'joker' en la mano de Zinedine Zidane

Le gana el pulso a Asensio y Rodrygo mirando al Liverpool. El técnico da pistas y acomodó al Pajarito en la derecha, como en el Camp Nou.

Fede Valverde controla un balón en el partido entre Celta y Real Madrid disputado ayer.
AFP7 vía Europa Press

Zidane se está quedando con pocos triunfos en su baraja (Benzema, el trío Casemiro-Kroos-Modric, Courtois...) así que ha decidido echar mano de Fede Valverde, una especie de comodín que lo mismo gana la mano reforzando el centro del campo que abierto a la banda derecha, como hizo en Vigo. Un joker pensando, tras el parón, en el Liverpool.

"Zidane confía en él a morir", decía la semana pasada en AS un exmadridista uruguayo, Federico Magallanes, al hilo de la vuelta contra el Atalanta. Aquello fue la prueba definitiva. No estaba Casemiro y el Pajarito se lució. Su técnico está pertrechando un sistema para compactar más al Madrid y si por un lado acudió a la línea de tres centrales, contra el Celta fue Valverde el que apuntaló por delante y desde una posición de falso extremo derecho. Un papel que le gusta a Zidane. Empezó a hacer esa probatura en la final de la Supercopa de España del año pasado en Arabia Saudí y este curso también optó por esa propuesta en el Camp Nou. Allí, el charrúa abrió el 1-3 blanco en el último Clásico hasta la fecha. Valverde, en la mente de Zidane, está para ser el aporte energético en los partidos grandes.

No parece una mala misión viendo el desgaste casi desproporcionado que está sufriendo la triada de centrocampistas titulares. Casemiro (82% de los minutos), Modric (79%) y Kroos (78%) están entre los seis madridistas con más minutos este curso. Zidane salió escarmentado cuando hizo rotar, del tirón, al croata y al alemán en el 2-1 al Elche. Isco, desde aquella titularidad, ha vuelto a desaparecer entre el polvo del camino.

La movilidad de Valverde y su capacidad para manejarse en las trincheras le ha llevado a ganarle el envite a opciones menos laboriosas. Asensio, pese a sus dos goles consecutivos reconfortantes pero de relleno, ha pasado a verse por detrás en los planes de su jefe desde el derbi, y Rodrygo tampoco logra calentar motores como para entrar en la banda derecha o para discutirle a Vinicius su nueva condición de titular.

Balaídos como ensayo general para el Liverpool antes del parón de selecciones. Al que no se irá Valverde, tras haber suspendido la Conmebol esta fecha FIFA. Más tiempo para que Zidane perfile el papel del comodín que le puede venir de cine.