Aprobados y suspensos del Pucela: Bono lo tira todo por la borda
Un gol de esos de no creer echa al traste una victoria que el Real Valladolid quizás no merecía, pero ya paladeaba.
Otra vez al final, y de qué manera tan atípica, el Real Valladolid dejó escapar un triunfo que quizás no merecía, pero que ya paladeaba, ante un rival de Champions como el Sevilla, que fue a por el partido hasta el final y que, por mediación de Bono, tiró por la borda dos puntos.
Roberto: Repelió abajo el primer disparo del 'Papu' Gómez. No se vio demasiado exigido, pese a la acumulación de jugadores y la tenencia del cuero del Sevilla. Estuvo seguro en los envíos que le cayeron cerca. La zaga esperó su salida antes del gol de Bono.
Janko: Exigido en defensa, aunque solvente, tuvo presencia en ataque, incluso pisando área en la primera mitad. Acuña subió mucho en la segunda parte, y lo frenó cuanto pudo. Debió despejar el balón en la última jugada, que permitió propiciando el empate.
El Yamiq: Emparejado con En-Nesyri, al que nubló durante todo el partido. Pareció acabar con molestias musculares, después de un esfuerzo enorme y de multiplicarse en el tramo final a la hora de despejar. Debió hacerlo en la última jugada, que terminó propiciando el empate.
Joaquín: Un tanto apurado a la hora de defender algunos envíos, principalmente los aéreos que se sucedieron cuando Lopetegui multiplicó la amenaza ofensiva y dio entrada a De Jong. Como el resto del equipo, se vio agobiado.
Olaza: No midió bien en un balón que terminó con un centro impactando en su brazo, en el que el Sevilla pidió penalti. Tuvo más problemas defendiendo a Ocampos que a Navas, aunque cumplió y se animó a subir al ataque, sobre todo antes del descanso.
Óscar Plano: Pasó apuros en defensa en la primera media hora, en la que dejó desasistido a Janko ante las acometidas de Rekik y Papu. El primer acercamiento peligroso salió de sus botas. Estuvo oscuro, poco preciso.
Alcaraz: Cometió una entrega defectuosa en el inicio que hizo transmitir alguna duda, aunque se recompuso. Sin embargo, no tocó mucho balón, avasallado, con el correr del reloj, por los mediocentros del Sevilla, que le acabaron pasando por encima.
Roque Mesa: Se marchó con un enfado morrocotudo después de ser sacrificado en los minutos finales. Con balón, intentó aportar criterio cambiando la dirección del juego. Sin él, mostró personalidad y sacrificio.
Orellana: De nuevo, intentó generar aproximaciones peligrosas mediante su sociedad con Olaza, que no pudo explotar en demasía. Ejecutó de buena manera el penalti sufrido por Weissman. Como los demás, fue a menos.
Weissman: Continúa incidiendo en los partidos, como se vio en el penalti sufrido. No tuvo ocasiones, pero esa fue suficiente. Lideró la presión, aunque intervino poco. Otra vez Sergio González le escogió a él para refrescar el ataque al final.
Sergi Guardiola: No alcanzó un balón de Plano en la primera mitad. Se asoció bien con Janko en una de las proyecciones del lateral. Se equivocó al rematar sin mirar a la portería en el inicio del segundo tiempo. No se le vio más que en esas tres intentonas.
Míchel: Ralentizó una contra que, no obstante, convirtió en un pase peligroso que no alcanzó nadie. Desbordado, como los demás.
San Emeterio: Entró para refrescar el centro del campo y no llegó a todo.
Kodro: Casi inédito, no le encontraron en un centro en el que estaba bien colocado.
Kike Pérez: Apenas le dio tiempo a participar. Intentó liderar la presión un par de veces.
Bruno: Entró para acumular más hombres atrás y evitar lo que al final pasó.