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Athletic ATH
1
Yuri 8'
Eibar EIB
1
Kike García 16'
Finalizado

ATHLETIC 1-EIBAR 1

Empate a pifias en San Mamés

Un error defensivo del Eibar y una acción equivocada de Unai López reculando hacia su área decantan un derbi con poco que rescatar entre Athletic y Eibar. Ahora, a pensar en la final.

El aperitivo de la Copa deparó al Athletic un repetitivo y cansino empate a un tanto, el octavo de la temporada. El Eibar, ya sin patrocinador principal, ha acogido en el frontal de su camiseta el lema ‘Denok batera’ ('todos a una'). Lo del derbi de este mediodía en San Mamés ha sido un ‘todos a uno’. Un gol para nosotros y otro para vosotros. Nadie hizo lo suficiente para ganar, solo lo posible por no perder, y todos tan contentos. Hubo un catálogo infinito de errores y nadie que no fuera Bryan Gil salió con derecho a fardar. Tal vez también Villalibre por un centro de tacón prodigioso. A los leones las tablas les lleva a la final con cara de no haber perdido en la antesala de La Cartuja y a los armeros les permiten sumar de nuevo, pero en frío comprenderán que a unos les anula casi el billete a Europa vía Liga y a otros no les saca de descenso. Entre que al Athletic le cuesta ganar y el Eibar no puede hacerlo asiduamente... 1-1.

La primera parte ya se desentendió del buen juego. Mendilibar apostó por reforzar el medio campo, con un buen muro formado por Aleix García, Diop y Sergio Álvarez. Es decir, control, juego posicional, a la espera de acontecimientos. Bryan Gil se fue al costado derecho y Kevin braceó por el izquierdo. En esos 45 minutos, todo se definió por los errores individuales, uno por bando. El Eibar tiene claro algo este año: que sale con el 0-1 del vestuario, porque un fallo grosero va siempre en el guion. Llegó pronto esta vez, en el minuto 9, con un descuido en un saque de banda de De Marcos, que posteriormente tuvo tiempo para recibir y templar un centro solo. Por si no era suficiente pifia, en el área emergió Yuri, indetectable para todos, especialmente para un Bryan que estaba más pendiente de las nubes que del césped. Cuando le advirtió el radar armero, ya era tarde. La volea del lateral zurdo fue ‘zidaniana’. Su estreno realizador este curso. 

Esa anchoa solo podía ser tapada por otra mayor para que no pesara en la mente de los visitantes. Pues a ello se puso Unai López, en un error que debe hacerle reflexionar, porque si comete semejante disparate en una de las dos finales que les vienen en 14 días, lo puede estar lamentando el resto de su vida. Cogió la pelota en campo rival y fue reculando con aire de tipo muy sobrado. No calibró que le perseguía Kike García, un maratoniano que te echa el aliento hasta que llegas a casa tras el partido y la ducha. En vez de darle el mediocentro donostiarra rápido al portero, fue retrocediendo hasta el área propia. Parecía un quarterback sin jugada. Cada vez se le estrechaba más el cerco, porque Bryan Gil le negaba el centro y tenía un escolta muy pegajoso. El último control se le fue y el punta manchego se la robó y marcó un gran gol. Lleva 8 de los 22 del Eibar en esta Liga, iguala su mejor registro. Fue Unai López el autor de los dos tantos rojiblancos en la ida. Claros y sombras ante el vecino, pero demostró de nuevo que falta regularidad en los pivotes del Athletic. A Vencedor una metedura de pata de ese calibre le ha costado el puesto. Y a Unai le pasó factura en el derbi, porque no dio una a derechas desde entonces. Marcelino acabó el partido más cabreado que nunca. Se acaban las bromas. Mandó un recado a la tropa para que ponga las orejas tiesas de aquí al 3 de abril.

A todo esto, Pizarro Gómez se topó con un dron en el campo. Cayó del cielo. Tiempo atrás se topó con un móvil. Sus visitas a San Mamés son como un viaje por un bazar chino. El partido tenía disputa, ritmo en medio campo, pero donde de verdad se juega las lentejas el fútbol, en las áreas, no había pisadas. Era una nueva edición del clásico-tostón del Athletic-Eibar. Una tradición anual. 90 minutos que no suelen quedar en el archivo de tesoros del fútbol español. Menos mal que a veces rompía la monotonía el talento infinito de Bryan Gil, como en el minuto 38, con una colección de regates del melenudo jugador de Barbate, que cada vez se le está poniendo más pinta de Cruyff. Le pasó en profundidad Diop y el primer recorte a Yeray ya fue de museo, pero, éste, otra revelación en LaLiga, se levantó muy rápido y pudo perseguirle. Bien que lo agradeció su equipo, porque el extremo-anguila se apañó para seguir burlando a gente, como Yuri y Vesga, y en el último instante pudo entorpecer su disparo a gol. Interesante duelo Yuri-Bryan, a ver quién atormentaba más a quién. El visitante ya puso su sello el año pasado en San Mamés con el Leganés.

El Athletic notó más el golpe, por haber sido el último en recibirlo, claro. Muniain solo apareció fugazmente al final del primer tiempo. Y al Eibar no le llega para sacar puntos solo con Gil. Así que todo iba encaminado hacia un empate. Pero Marcelino no se anda con medias tintas. En el descanso cambió por completo su sala de máquinas, harto como estaba de la tibieza de Vesga y los tartamudeos de Unai López. Salieron Vencedor y Dani García y es verdad que activaron algo más los pasillos centrales, pero el fútbol andaba en huelga. Raúl García participaba muy poco y Williams sí estiraba el campo, pero estuvo muy desacertado. Las decisiones en el área contraria y sus alrededores eran horripilantes.

El choque se fue por el desagüe sin muchas más líneas que escribir. Williams cazó un par de balones bonitos, pero no supo llevarlos a la red y De Marcos, de forma atropellada, tuvo la suya con la boca del estómago, pero se la sacó Dmitrovic como un portero de balonmano pleno de reflejos con el pie. Marcelino siguió cambiando a sus principales protagonistas. Sacó a Muniain y Berenguer y puso a Ibai y Morcillo, decisiones que contribuían a pensar que tenía la cabeza más en la final de Copa que en el derbi contra los armeros, aunque también podía ser producto de su enfado mayúsculo. Si la idea era meter centros extrañaba que hubiera quitado a Raúl García. Un gran pase con el talón fue la única delicatassen local en todo el mediodía. Fomentó la cuarta parada de Dmitrovic. Dos llevaba Unai Simón. Hasta suena abultado tanto bagaje para la miseria de partido que se vio.

Marcelino: Estoy triste"

Marcelino García Toral fue claro y cristalino en reflejar su estado de ánimo, muy bajo tras el empate ante el Eibar: "Tristeza, no me ha gustado lo que he visto en el campo, estoy triste", señala el técnico del Athletic, que sostiene que, aunque no es lo lógico porque la Liga sigue viva, sostiene que "tenemos una parte de la mente sólo con una idea, me gustaría que fuese de otra forma, pero es la realidad", profundiza en una comparecencia crítica con su plantilla, a la que le reclama más competitividad y reconoce que no pautó el cambio de los dos pivotes al descanso.

El gol del empate armero descolocó al equipo, con un error grosero: "En esos partido no va a suceder esto, hay que preguntarse por qué ha ocurrido hoy. Debemos preguntarnos por qué hacemos lo que no toca hacer, me jugaría cualquier cosa que no va a pasar", lanza comparando con las finales de Copa que se avecinan en abril. Las permutaciones en los pivotes (Vesga y Unai López) a la vez al descanso los explica: "Aunque tome una decisión de cambiar uno y otro jugador, no es señalar a alguien, el fútbol es un deporte colectivo, de jugadores y líneas. No me gustó la participación, la toma de decisiones y posicionamiento y hay que mover el equipo para buscar soluciones, en el segundo tiempo, bastante mejor y más continuos, nos faltó el último pase o definir las ocasiones claras, no lo hicimos".

Del trabajo especial estas dos semanas, Marcelino relata que se trata de "dos competiciones diferentes, uno es una ilusión y otra una obligación. Ese es un partido muy diferente al de hoy, insisto a mirar más allá, no nos va a debilitar mentalmente",desgrana el técnico asturiano, que recuerda un "muy buen partido ante el Atlético, con un mal resultado, y dos empates luego, seguimos siendo sólidos, el rival nos llega muy poco, pero con errores como el de hoy, si se lo regalas lo aprovecha con una muy buena ejecución". Abunda en este asunto: "Para dar una vuelta de tuerca hay que ser competitivo siempre, cada segundo, cada tiempo y eso realmente nos falta, otro 1-1, 14 puntos de 33, tenemos que corregirlo para ser regularmente competitivo", lanza.

Sobre el plan de 15 días: "Un poco de todo, el fútbol se compone de pequeños detalles y llegar mental y físicamente bien, saber cómo desarrolar el partido. Debemos poder las soluciones para evitar las equivocaciones como la de hoy, en un todo o nada no podemos incidir en ello", zanja

Mendilibar: "Está bien el punto"

José Luis Mendilibar, entrenador de la Sociedad Deportiva Eibar, dio por bueno el punto sumado en San Mamés tras el empate a uno frente al Athletic a pesar de que aún no le sirve al conjunto armero para abandonar la zona de descenso.

"Hemos hecho un buen primer tiempo, jugando a lo que queríamos, pero en el segundo nos ha costado. El Athletic ha estado más encima y hemos sufrido. Viendo la perspectiva de cómo ha sido el partido está bien el punto", ha resumido el técnico del conjunto guipuzcoano en la rueda de prensa posterior al choque.

Mendilibar ha admitido que en el tramo final les ha "entrado el miedo a perder" y eso ha provocado que no hayan sido "capaces de dar tres pases seguidos y de crear peligro en el área contraria".

Sobre el gol que han encajado, dijo que "la segunda parte de la jugada", el centro de Óscar de Marcos y el remate de Yuri, es "más mérito de ellos", pero lamentó que el origen de la acción llegó en un saque de banda "muy mal defendido" que no pueden volver a repetir.

"No todo es correr con el balón. A veces nos falta pararnos y en el segundo tiempo nos ha pasado eso. Hemos tenido alguna opción de cambiar de orientación y sin embargo hemos incidido en el mismo sitio. Ese no es nuestro juego porque no hemos conseguido sacar ningún centro", explicó el técnico.

Mendilizar avanzó que la próxima semana, aprovechando el parón liguero, jugarán un amistoso frente a Osasuna que confía en aprovechar para "coger confianza, jugar más tranquilos y ser más agresivos ante la portería contraria" de cara al último tramo de la temporada en el que se jugarán la permanencia.