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BARCELONA

El despegue de Mingueza

Entró hace 14 años en el Barça, ha jugado en todas las categorías y quiere representar los mejores valores de La Masia. "Te enseñan a no ir de sobrado", dice.

El vuelo de Óscar Mingueza para marcar su primer gol con la camiseta del primer equipo del Barça tiene algo de simbólico. "Cada partido sigue creciendo", le elogió nada menos que Carles Puyol, una leyenda. Fue el vuelo del despegue definitivo de este chico de Santa Perpetua (13-5-1999) que se ha hecho un hueco en la primera plantilla del Barça sin que nadie le haya regalado nada. Mingueza debutó el pasado 24 de noviembre en Kiev como jugador del Barça. De eso sólo cuatro meses, pero parece un habitual del primer equipo que lleva más tiempo. Y eso es porque ha jugado mucho. Nada menos que 29 partidos. Koeman ha encontrado en él un jugador maduro, que conoce sus limitaciones y que hace lo que se le pide en cada momento. Salvo excepciones contadas (su autogol en Cádiz, el penalti ante Ocampos en la Copa o la mala media hora que le dio Mbappé en París), ha jugado con oficio. Él mismo se reconocía hace unos meses, en una entrevista durante el confinamiento, como un jugador "más hecho".

Con contrato hasta 2021, pero con una opción de ampliarlo hasta 2023 por parte del club, Mingueza ya ha sido convocado por Luis de la Fuente y jugará el Europeo, otra noticia grande que celebrar porque todavía no había jugado con la Selección Sub-21. Ganador de la Youth League en 2018 con la generación de Riqui Puig, Jandro, Miranda o el mismo Carles Pérez, por un momento pareció que Mingueza no podría subir el último escalón. La temporada pasada, García Pimienta, que ha seguido bien sus pasos (Mingueza lleva en el Barça 14 años, entró como benjamín y ha jugado en todas las categorías), apostó por Ronald Araújo y Cuencia en el centro de la defensa. Pero la marcha de Jorge Cuenca al Villarreal (que lo cedió al Almería) le abría otra puerta que se hizo más grande cuando Piqué, su gran espejo estos años, se lesionó de gravedad. Con Umtiti mal físicamente, y ante la falta de centrales, Mingueza, amante de las batallas de gallos de raperos, se agarró a la oportunidad de su vida. Y ya ha jugado 29 partidos.

Enamorado de Ronaldinho y Deco en su infancia, recuerda acudir al Camp Nou con apenas nueve años para ver un Barça-Lyon de Champions. Entonces ya era un chico del 'planter'. En La Masia le han enseñado a "ser humilde, estudiar y no ir de sobrado". Empezó a cursar INEF, aunque de momento el fútbol de élite le ha quitado el tiempo para progresar adecuadamente. Un detalle que habla del carácter de Mingueza, ahora que sueña que convertirse en un nuevo Puyol, palabras mayores, tiene que ver con el que considera su verdadero referente en el fútbol. "Mi primo, que jugaba en el Santa Perpetua. Yo jugaba con el 20 porque quería ser como él. Iba a verlo siempre y quería jugar como él". Ya se ve que el fútbol es un asunto de familia para los Mingueza. Ariadna, la hermana de Óscar, ya ha debutado con el primer equipo del Barça con sólo 17 años. Días felices para los Mingueza.