Marcelino regula al milímetro las alineaciones de cara a la final de Copa
El técnico asturiano ha dado descanso a Muniain y Williams, rotando a sus tres centrales, a Berchiche, a los laterales derechos y a sus cuatro mediocentros de cabecera.
Aunque insiste en que la Liga sigue candente, lo cierto es que Marcelino García Toral ha dosificado a sus naves de manera patente los últimos encuentros ante Villarreal, Atlético y Celta, y se prevé la misma maniobra ante el Eibar este sábado en San Mamés. Su once tipo se ha ido reformulando. La razón no es otra que, ante la dificultad de colarse en Europa vía Liga con ese séptimo puesto bastante lejano, pautar los minutos casi de manera milimétrica entre una parte amplia de su plantilla, con cambios regulados y estudiados de manera previa, con la primera final de Copa del día 3 de abril en La Cartuja de Sevilla ante la Real a la vuelta de la esquina. Uno o dos títulos más exigen cierto sacrificio. Evitar lesiones, rodar con mesura a sus hombres y el descanso activo obedece a las claves de su estrategia.
Los ejemplos son diáfanos en las últimas jornadas del calendario. El técnico asturiano ha concedido descanso en sus alineaciones a dos de sus fijos, Williams y Muniain, a Raúl García le cambió en el intermedio de Balaídos, a Iñigo Martínez, antes de su sanción, le ha ido dosificando con Yeray y Núñez en el eje central, teniendo enchufados a los tres, Yuri Berchiche ha pasado por el banquillo para, además amortiguar sus molestias físicas por un golpe, que no se desfonde y de paso para que Balenziaga coja vuelo.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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Capítulo aparte responde a la permutación de sus cuatro mediocentros de cabecera (Dani García, Unai López, Vencedor y Vesga) a los que ha ido viendo en acción formando parejas distintas, descartando que coincidan simultáneamente Vencedor y Unai López por considerarles menos consistentes y con menos recorrido en tareas defensivas en bloque medio. En la demarcación de lateral derecho también ha ido alternando a Capa y De Marcos, principalmente, y algo menos a Lekue, escoltando a un Berenguer en estado de gracia que se ha agenciado el extremo diestro.