"Jugué con un trozo de bistec en el pie para aliviar el dolor"
Mustapha Hadji, centrocampista marroquí de los 90 que jugó en el Deportivo y el Espanyol en España, relata una curiosa anécdota en 'The Athletic'.
Si ahora es Mohamed Salah, en los 90 era Mustapha Hadji el futbolista africano de moda. Nacido en Ifran (Marruecos) el 10 de noviembre de 1971, la bala marroquí, como se le conocía, hizo carrera en el Nancy francés, primero, para pasar más adelante por nuestro país, como recordarán los aficionados del Deportivo de La Coruña y el Espanyol, y por la Premier League.
En Inglaterra se convirtió en un jugador muy querido en el Coventry City para unirse después al Aston Villa por el descenso de los Sky Blues. Sin embargo, sus mejores actuaciones llegaron defendiendo a su país, participando en los Mundiales de Estados Unidos (1994) y Francia (1998), siendo una de las estrellas de Marruecos. Su buen rendimiento con el combinado nacional le valió ser nombrado Jugador Africano del año (1998), por delante de Jay Jay Okocha y Sunday Oliseh.
Su fenomenal Mundial le llevó a llamar la atención de grandes clubes como el Milan, pero finalmente acabaría firmando en 1999 por el Coventry y es su paso por las islas británicas el que ha analizado principalmente en una entrevista concedida a The Athletic. En ella explica que, desde su cargo de segundo entrenador marroquí (el seleccionador nacional es Vahid Halilhodzic), trata de "animar a los jugadores a servir de ejemplo para los niños y para el resto del país". Estrellas consagradas como Ziyech, Achraf o En-Nesyri son quienes se benefician de los consejos del excentrocampista.
La anécdota del bistec y su adiós al Depor
El torneo que llevó al estrellato, el Mundial de 1998, lo jugó siendo jugador del Depor, de donde saldría sin llegar a mostrar el excelso nivel que sí regaló en Nancy o en Inglaterra, pero tuvo su explicación. "Tuve varias oportunidades de ir a algún club grande, pero me lesioné después de la Copa del Mundo. De hecho, jugué el torneo lesionado. Ahí es donde usé un bistec crudo por primera vez en mi pie para aliviar el dolor", explica un Hadji que profundiza más adelante sobre el tema.
El hecho de haber disputado el Mundial con una lesión le hizo perderse los tres primeros meses de competición española y ello no gustó a Javier Irureta, técnico del SuperDepor: "El entrenador no estaba contento porque me perdí los primeros meses de la temporada siguiente. Me dejó ir al Coventry al año siguiente (...). Fue uno de los mejores momentos de mi carrera porque sentí como si fuese parte de una familia".
"El bistec...fue fenomenalmente cocinado tras el partido"
Ya en Coventry volvió a utilizar el sorprendente bálsamo que le permitió brillar en Francia 98'. "Jugué algunos partidos en el Coventry con un trozo de bistec en el pie para aliviar el dolor. Es una especie de cuento de la abuela, siempre te dan cosas que te ayudan a lo largo de tu vida. Pero te lo prometo, ayuda", afirma. "Cuando jugué (con el bistec en el pie), no sentí demasiado dolor en el tobillo. El bistec... fue fenomenalmente cocinado tras el partido. Solo hubiera necesitado unas patatas fritas y todo hubiera sido fantástico", bromea Hadji. Preguntado si lamenta haberse marchado del Deportivo, puesto que el curso siguiente levantó el título liguero, indica que él "nunca mira atrás". A la par que añade que "no haberlo necesitado", porque se sintió "muy querido" en Inglaterra. En Coruña jugó 24 partidos y marcó un gol, en el Espanyol 16 para anotar un tanto más, pero dejó una gran huella en los 90', además de un curioso remedio contra el dolor que pocos habrán utilizado...