El mejor césped para el ascenso
El Estadio de los Juegos Mediterráneos presenta una de las mejores superficies del viejo continente gracias a la buena climatología de Almería y al trabajo de Royald Verd.
El césped es uno de los elementos más importantes en el fútbol. Incluso en las categorías más bajas, donde ya quedan pocas superficies de albero, ese que dejaba las rodillas ensangrentadas tras cada entrenamiento. Sin embargo, pocos aficionados conocen determinados aspectos del verde, como que LaLiga tiene una medida estándar para las 'calles', esto es, la zona de la hierba que el ojo humano ve igual, existiendo líneas más claras y otras más oscuras, formadas por la dirección del corte. En concreto, la Patronal obliga a que las cuatro primeras 'calles' midan 5'5 metros de ancho, dividiendo el resto según las dimensiones del terreno de juego.
Cada césped tiene una forma diferente según esta dirección del corte, aunque LaLiga indica que tanto para Primera como para Segunda debe ser horizontal y estar perfectamente marcada para el VAR, que se guía por las líneas de corte. En un fútbol en el que cada vez se ven menos formas circulares, España se vio sorprendida hace tres años en Krasnodar cuando en un entrenamiento se encontró un toro dibujado en el centro del campo por la máquina cortacésped, con esos jardineros creativos que abundan en Sudamérica.
Todo ello se puede aprender charlando un rato con uno de los jardineros que miman a diario el Estadio de los Juegos Mediterráneos, que presenta una de los mejores césped de España, contándose con los dedos de las manos las ocasiones en las que el recinto de la Vega de Acá ha celebrado un encuentro con su superficie en mal estado. Incluso en enero se disputaron unos dieciseisavos de final de la Copa del Rey masculina al mediodía y la final de la Supercopa femenina por la tarde el mismo día, sin resentirse en demasía la hierba.
"El del Mediterráneo es de los mejores de Europa. La climatología es muy buena y ayuda. Somos un equipo de técnicos con experiencia, tenemos hasta ocho ingenieros de campo. Todo lo consensuamos", explica el director de Royald Verd en Andalucía, Fernando Hernández. Royald Verd lleva más de una década trabajando con el Almería. De hecho, en tierras almerienses montaron su primera delegación en Andalucía, trabajando aparte del recinto principal del Mediterráneo, con el Anexo y el campo de la Vega de Acá. "En 2013 dimos un salto de calidad preparando el Mundial de Brasil, un antes y un después en la empresa", cuenta Hernández.
La humedad, las altas temperaturas en el sudeste peninsular, la pluviometría y la calidad del agua de Almería (con muchas sales) provocan enfermedades en la hoja del césped del terreno de juego, solventadas con éxito con Royald Verd. "Todo es controlable menos la lluvia", asevera el delegado de la compañía en Andalucía, que reconoce el problema de tener, de momento, el recinto de carácter municipal. "Tenemos un hándicap con el atletismo", dice en relación a todos aquellos almerienses que pueden entrar a hacer deporte al Anexo, donde entrena el cuadro de José Gomes todos los días, excepto el de partido y el que realizan a puerta cerrada. "Cuando hay que hacer tratamientos foliales se necesita tiempo para abonar y hay muy pocos días en el que no haya ni atletismo ni tanto fútbol. Pero lo vamos llevando bien, tenemos un equilibrio para que estén contentos tanto el Almería como los atletas", relata.
Que Almería sea la ciudad de Europa con más sol invita a tener un tipo de césped desde que termina la liga hasta el otoño, modificándolo en octubre. En los meses con temperaturas más altas se tiene Cynodon dactylon, conocido como el bermuda, más resistente al calor y a la falta de agua. En otoño Royald Verd, que trabaja también en otros campos como el Wanda Metropolitano o el Benito Villamarín, retira este tipo de césped fino con medios mecánicos y se resiembra con semilla de ray grass, más delicado, pero que crece mejor en los meses más fríos y días más cortos de sol. "Eso sí, en un campo que tiene tanto desgaste con ray grass (con bermuda no ocurre) se saca mucha planta, por lo que hay que aportar mucha semilla. Las palomas y los gorriones se ponen las botas", cuenta Hernández. De ahí que haya clubs que tengan un servicio de halcones, costoso y que obliga a que sea continuo. En el Anexo del Mediterráneo a veces se escucha una sirena para ahuyentar a los pájaros que se comen las semillas. "Pero cuando el ave lo escucha muchas veces ya ni se inmuta", dice Hernández entre risas y con la ilusión de que el Almería sea en unos meses como su césped: de Primera.