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Las Palmas

Una llave contra el fanatismo

Los atentados del 11M, que hoy cumplen 17 años, fueron el origen de “La llave sefardí”, la cuarta novela de Pepe Mel. Las letras, su refugio ante el dolor.

Actualizado a
Una llave contra el fanatismo
Carlos Diaz-RecioDiario AS

Hubo un día, hace exactamente 17 años, en el que todo dejó de tener sentido para Pepe Mel y su mujer. En realidad, solo una cosa pasó a tenerlo: saber que su hija continuaba con vida. Y todo con la infinita sensación de angustia de no recibir noticias inmediatas. La sinrazón se apoderó de Madrid, por supuesto de toda España, igualmente del mundo entero. Fotogramas de puro dolor empezaron a multiplicarse mientras que las bombas colocadas en los trenes de la capital nacional proyectaron una cuenta de fallecidos a día hoy imposible de digerir, y que finalmente se paró en 192. Duele el alma apenas recordarlo.

Como si fuera un día normal en el intenso trabajo de entrenador, Pepe Mel se encontraba concentrado en Sancti Petri, en Cádiz, con su equipo de aquel entonces, el Deportivo Alavés. Venía de jugar contra el propio Cádiz, y en tierras andaluzas se quedó la expedición vasca preparando el cercano duelo contra el Algeciras. Todo era normal hasta que el entrenador madrileño recibió la noticia de uno de los miembros de su equipo técnico. “Estaba en Sancti Petri concentrado con el Deportivo Alavés. Habíamos jugado contra el Cádiz y ahora nos tocaba hacerlo contra el Algeciras. Allí me entero de lo que había pasado en Madrid. Me lo dijo el entrenador de porteros, Alberto Garmendia”, recuerda como si, de repente, hubiera retrocedido 17 años en el tiempo.

De repente, el alma rota, el corazón congelado y la cabeza en otra cosa que nada tenía que ver con el fútbol, que al momento dejó de tener sentido. Por aquellos devastados andenes, donde el error ocupó tanto espacio, debía estar su hija y él se encontraba a cientos de kilómetros de casa. La angustia no dejaba de crecer. “Mi hija cogía esos trenes para ir al colegio. Fueron momentos muy complicados, muy difíciles, porque todo era un lío”, rememora con entereza. De repente, entre tanto dolor, una ligera brisa de esperanza: “Hasta que no quedó claro que ella estaba por allí, tanto mi mujer como yo lo pasamos francamente mal”. Nunca una comunicación con su hija tuvo tanto sentido. En cualquier caso, el duelo estaba servido por tantos compatriotas víctimas del más puro fanatismo y la sinrazón más absoluta.

Gestión del dolor.

El dolor tiene tantas formas de ser vivido como de ser gestionadas sus consecuencias. Así, Pepe Mel dio rienda suelta a su talento literario para trasladar al papel todo el drama acumulado, y del 11M surgió su cuarta novela, “La llave sefardí”, “una historia sobre el terrorismo a lo largo del tiempo que nace a consecuencia de los atentados de Madrid”. Es, en cualquier caso, una reflexión sobre el fanatismo religioso y sus terribles consecuencias en forma de terrorismo.

Consumido todo su tiempo desde hace 20 años en sentarse en un banquillo del fútbol profesional español, Mel ha tenido tiempo de escribir tres novelas más. “La primera es El mentiroso y la segunda El camino al más allá, que es la continuación. Mientras, la tercera es la única con el fútbol como tema central, La prueba, que tiene algo autobiográfico. Es un cuento para niños de entre 10 y 14 años”, cuenta. Una quinta permanece en la nevera. “Empecé cuando nos confinaron, pero la tengo parada. El trabajo de entrenador ocupa mucho y creo que merece toda mi atención. Va sobre las revueltas mineras de 1934 en Asturias”, desvela.

Entre maratonianas jornadas en la Ciudad Deportiva de Barranco Seco, partidos en Siete Palmas y viajes allende el Atlántico, Pepe Mel encuentra refugio en la literatura, refugio y tesoro a partes iguales, siempre la mejor terapia. Incluso en los peores momentos de su vida encontró el actual entrenador de Las Palmas su propia llave contra el fanatismo.