Europa se resiste en Bilbao, pese al 'efecto Marcelino'
El Athletic juega con dos cartas: la final de Copa o la séptima plaza. La sexta sigue muy distante, como con Garitano: a nueve puntos, aunque eso le da igual.
El efecto Marcelino ha arrasado el pesimismo en Bilbao. La llegada del técnico de Villaviciosa ha reactivado la ilusión por alcanzar un título de Copa 37 años después. De momento, ya ha conquistado la Supercopa con el Athletic y en 14 días juega dos boletos en la lotería del torneo del KO. En caso de imponerse al Barça en la cita del 17 de abril, la edición de esta campaña, entraría en Europa. Es la vía más directa. En la Liga la cosa no está tan clara. En el Wanda se rompió una racha de cinco partidos sin perder en el torneo de la regularidad y los empates ante Villarreal, Levante y Valencia han frenado una subida meteórica hacia los cielos.
Marcelino cogió al equipo tras la jornada 17, con 18 puntos, a nueve del séptimo Villarreal y a diez del sexto. Solo estaba dos por encima del descenso. Ahora está mucho más desahogado con respecto al abismo, 11 puntos. La distancia con el sexto sigue grande enorme, nueve puntos. El séptimo está muy cerca, eso sí, a cuatro, y el equipo es octavo, frente al puesto 13 de principios de enero. La referencia del séptimo puesto implica directamente a los leones, ya que esa plaza solo activa billete europeo si ellos no ganan la Copa. Están metidos de lleno en ambas vías. Tienen dos barajas, digamos.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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Próximos partidos |
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Con el actual entrenador, el Athletic solo ha caído ante el Barça, las dos veces en Liga, y Atlético de Madrid. Todo ello sobre 16 partidos, una verdadera maratón en solo dos meses. No está nada mal el bagaje. Lo del Metropolitano fue un buen examen de cara a las dos finales, y el equipo se dio cuenta de que necesita más contundencia defensiva, aunque en las citas de abril estará Iñigo Martínez, ausente estos tres últimos partidos por sanción. El Athletic hizo un buen partido, sobre todo en la primera parte, con grandes triangulaciones en los últimos metros, pero le faltó el último paso que deriva en los goles. y oficio, el que tuvo Suárez para sacar un penalti de esos de la vieja usanza a Núñez.