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Carlos Fernández: "La vida me ha dado la oportunidad de jugar la final y la voy a aprovechar"

El delantero sevillano regresa con la Real a Granada, donde triunfó el año pasado: “Es un sitio maravilloso, le tengo un cariño grande”.

Carlos Fernández, en el Reale Arena
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Todavía no ha podido jugar como titular desde que llegara a la Real Sociedad en el mercado de invierno. Tiene una buena oportunidad este domingo en su vuelta a Granada, donde el año pasado triunfó. De verdad fácil y discurso bien argumentando, Carlos Fernández está convencido de que San Sebastián es el sitio “perfecto” para su carrera. Así lo explica en esta entrevista en el programa SER Deportivos Gipuzkoa de Radio San Sebastián.

¿Qué tal lo primeros meses en San Sebastián?

Estoy muy bien, con las molestias que tuve olvidadas y contento de poder estar con los compañeros, y con ganas de disfrutar y sacar todo el partido a todo lo que viene por delante, que es muy bonito.

¿Cómo siente que lleva su adaptación a la Real?

Va todo bien. Está siendo muy positivo todo, porque estoy donde quiero estar, donde desde hace tiempo quería el club y yo que se juntaran nuestros caminos. Y ahora con ese proceso de adaptación porque venía casi sin competir, aterrizando en un sitio nuevo, con una nueva manera de trabajar, pero muy contento, rodeado de un grupo de personas maravillosas que me facilitan todo cada día.

Claro, es que usted llegó en enero, pero ya en verano quería venir a la Real...

Pues sí. Pero algo que quedó claro entonces es que para que algo se pueda dar, no solo hace falta que quieran dos partes, sino tres. No se pudo dar en verano, pero lo importante es que en Navidad sí se pudo dar y me veo muy feliz de estar por fin en la Real.

¿Cuándo se producen los primeros contactos para fichar por la Real?

Pues la verdad es que venían conversaciones de años atrás. Pero la primera vez que se pone un poco serio es durante el confinamiento, justo después de perder la semifinal con el Granada contra el Athletic. Nos confinan, nos mandan a casa y se declara el estado de alarma. Pues por ahí.

Es que de aquello ha pasado un año, y si entonces le llegan a decir que un año después va a volver a Granada con la Real, que le había mostrado su interés, igual les tacha de locos, ¿no?

(Sonríe) Es difícil de creer. En el fútbol pasan tantas cosas... Y para mí ha sido eterno, tanto el mercado de verano como de invierno fueron días en los que todo parecía interminable. Pero ahora que ya ha pasado, echas la vista atrás, igual no ha sido tan largo. Ha volado, realmente. Te diría que era imposible. También por mi manera de ser nunca me paro a pensar en el futuro. Y te diría que no estoy pensando más que en el partido que viene.

Entiendo que volver a Granada con la Real será muy especial...

Sí, mucho. Es un sitio maravilloso. Le tengo un cariño grande, y siempre lo tendré. Hice grandes amigos con las personas con las que me tocó convivir, compañeros, cuerpo técnico, Fran Sánchez, Monterrubio, las personas de comunicación, el servicio médico... les tengo un cariño especial. Además, todo salió como un sueño y eso hace que los lazos sean como más fuertes. Siempre los tendré guardados en el corazón. Disfrute mucho de la ciudad con mi novia y todo fue maravilloso.

Pues fíjese, no se me ocurre mejor escenario para estrenarse como titular con la Real...

Eso nunca se sabe. Tampoco es algo que me quite el sueño, porque entiendo el proceso de adaptación en el que estoy, también yo venia con una forma físicos en el que me costaba entrar con ese nivel que ya tenían los compañeros, con una manera distinta de entrenar a la que yo venía. Y debo entender que es un proceso del que debes disfrutar y sufrir al mismo tiempo. Pero cuando te involucras con un proyecto lo haces para sumar como te toque, ahora entiendo que me toca ayudar saliendo desde el banquillo, a veces más o menos. El día que me toque jugar los 90 minutos daré todo, cuando sean 60 lo mismo... Tenemos que estar por encima de los minutos que juguemos, se trata de ayudar dando siempre el máximo.

Es que la afición de la Real tiene unas ganas de que verle ya destacando...

(Risas) Claro, y yo. No te voy a engañar. Hay una parte de mí que por supuesto que piensa en eso, quiero sumar, meter goles y dar asistencias, pero la mayor parte de mi cabeza está en estar ocupado en trabajar cada día, tener unos buenos hábitos de descanso y adaptación al grupo, y lo otro va a llegar solo. Si pierdo tiempo pensando en eso, no me va a ayudar. Todos queremos llegar a un sitio y entrar bien, pero ahora me tengo centrar en lo básico, y lo otro vendrá solo. Estoy convencido, porque estoy seguro de que la Real es el sitio perfecto para mí, de eso estoy convencido.

A tres semanas de jugar esa final de Copa de la que se quedó fuera con el Granada el año pasado... ¡cómo es la vida!

Pues sí. Es una cosa increíble. Quien me lo iba a decir, después de pasarlo tan mal aquella noche que nos eliminó el Athletic, que fue de las más duras de mi carrera. Un año después la vida me ha dado la oportunidad de poder jugar esa final con la Real y en mi Sevilla. Son cosas maravillosas y ahí que intentar disfrutarlas. Me ha sonreído la vida y me ha dado esta opción, e intentaré aprovecharla al máximo.

Un sevillano en la Real y la final en Sevilla, ¿se siente un poco el embajador de esta final?

No, que va. No mucho. Es que sin público todo pierde tanto que no sé. Con la de gente que podría llevar yo al estadio y que nos apoyaría, imagínate. Pero en este caso, y con este contexto, la verdad es que no.

Quedan dos partidos de liga antes de la final de Copa y no paramos de hablar de ella, ¿no les distrae en el vestuario? ¿No temen que les pueda perjudicar?

A ver, yo sinceramente no lo pienso. Todo el mundo de alrededor, la afición y la prensa lo que me llega es solo se habla ya de la final, y lo entiendo porque seguramente sea el partido más importante de los últimos 30 años, porque son 32 años sin una final de Copa aquí en la Real, así que me parece lógico. Pero tanto mis compañeros como yo no estamos mirando a eso, solo pensamos en el Granada, y el entrenamiento de mañana solo será pensando en el Granada, y la semana que viene miraremos solo al partido contra el Barcelona... No me preocupa. Estamos muy centrados, porque también nos jugamos mucho en la liga y no hay tiempo para distraernos.

Tengo que cuestionarle por Oyarzabal y los penaltis fallados. Se ha abierto el debate sobre si hay que darle descanso en esa suerte y cambiar de lanzador, ¿qué se dice en el vestuario?

(Sonríe) Jopé, qué va. Eso son cosas del debate exterior. Nosotros no tenemos dudas. Todo el mundo sabe la capacidad que tiene Mikel para marcar penalti. Pero hay veces que influyen otras cosas, como que el portero está acertado o lo que sea. Pero de ahí a que nosotros pensemos en que hay que cambiar... no, no. Mikel tirará los penaltis siempre que esté en el campo y él quiera. Y también lo ve así, porque está tremendamente tranquilo con ese tema, es algo que no le preocupa en absoluto. Aunque es lógico que en el partido se enfadara, claro.

Y le quiero preguntar por una curiosidad. En este mundo en el que parece que sí no estás en las redes sociales, no existes, y con la mayoría de sus compañeros con perfiles, sorprende que usted no está dado de alta en ninguna de esas aplicaciones...

Porque pienso que nos hemos dejado llevar por la moda de la generación, lo que hace uno u otro, el contar la vida privada... yo no lo veo. A mí particularmente no me gusta estar paseando por ejemplo con mi novia y sacarme una forro para contarle a la gente lo feliz que soy. Mi vida privada no la tiene que saber nada, ni mucho menos. Nunca he creído en eso. Pienso que la mayoría de la gente que las utiliza no lo hace correctamente. Y creo que bien utilizada es una buena herramienta. A mí no me gusta, no las utilizo. Y ya está. Respeto que cada persona lo que haga con ello. Cada uno es libre de hacer lo que quiera. Pero creo que cuando marco un gol, pongo que estoy feliz; y sin embargo cuando fallo no pongo nada porque estoy cabreado. No veo eso en qué me va a ayudar. Así que yo no lo utilizo.