Nadie duda de Oyarzabal en Zubieta
El atacante eibarrés volvió a fallar un penalti contra el Levante, el tercero en 2021; pero sigue siendo el lanzador ‘oficial’ de la Real desde los once metros.
Mikel Oyarzabal ha perdido el duende desde los once metros. Ha pasado de infalible a terrenal. Ya no es tan perfecto lanzando penaltis. En 2021 ha fallado tres de las cuatro penas máximas que ha lanzado. Marró su lanzamiento en la tanda de las semifinales de la Supercopa. Mandó fuera el penalti que lanzó en Old Trafford con 0-0 en el marcador. Y también echó fuera la pena máxima contra el Levante cuando el partido estaba 1-0. El enfado de Oyarzabal el domingo tras fallar su lanzamiento fue tremendo, hasta el punto de que llegó a rasgar su camiseta. Pero ha recibido el apoyo de todos sus compañeros y el cuerpo técnico, porque en Zubieta nadie duda del eibarrés.
Mikel Oyarzabal ha lanzado 20 penaltis en el fútbol de élite, de los que ha marcado 17. Hasta el que fallo delante de Ter Stegen en Córdoba, los había marcado todos, con una marca de 16 penas máximas marcadas de 16 lanzamientos. Ahora, tras su tercer fallo en este 2021, se ha abierto el debate en el entorno realista sobre si es mejor cambiar de lanzador desde los once metros o si tiene que seguir lanzándolos el eibarrés, a pesar de sus últimos fallos. Opiniones, como en todo, hay para todos los gustos. Pero lo realmente importante es que en el club no tienen dudas. Mikel Oyarzabal sigue siendo el lanzador ‘oficial’ de los penaltis de la Real, si es que se le puede llamar así a la figura encargada de asumir esa responsabilidad. “Estaba enfadado, como es normal, pero antes del partido contra el Levante Mikel metió todos los penaltis en el entrenamiento y le ha tocado fallar. No tendrá consecuencias, tiene una gran personalidad. Mikel seguirá tirando los penaltis, lo tengo claro. A no ser de que él no los quiera tirar… pero dudo mucho de que no quiera tirar si está en el campo. Si vuelve a haber un penalti y lo quiere tirar lo tirará, porque es el mejor”, sentencia el técnico realista.
Lo cierto es que Oyarzabal pasó unas malas horas posteriores al partido contra el Levante. Porque no estaba contento con la forma de lanzar el penalti, hizo autocrítica consciente de que podía haberlo tirado mucho mejor. Pero ya se ha levantado y se le ha pasado el enfado, como reconocen sus propios compañeros. “Ese debate es algo que se habla en el exterior del vestuarios. Aquí en Zubieta nadie duda de Mikel y siempre que el quiera, lanzará los penaltis. Sabemos lo bueno que es. Es normal que se enfadara en ese momento, pero ya está bien, animado y preparado para tirar los penaltis cuando él quiera”, ha señalado este miércoles Carlos Fernández en Radio San Sebastián.