Pendientes de la lesión de Monreal
Sufre una tendinitis en su rodilla a la que Imanol restó importancia tras el partido contra el Levante. Se espera que pueda jugar en Granada, aunque no se arriesgará.
Nacho Monreal pasó engrosar la enfermería de la Real Sociedad antes del partido contra el Levante del pasado domingo. El lateral izquierdo navarro sufrió una molestias en su rodilla que llevaron al cuerpo técnico a ser precavidos y no arriesgar, dándole descanso en ese último encuentro de Liga para evitar una lesión de consecuencias mayores. No parece que se trate de una dolencia de gravedad, aunque el lunes, en la sesión de recuperación, no pudo entrenar con el resto de sus compañeros y se limitó a tratar su lesión. Ahora Imanol Alguacil está pendiente de su recuperación, pero teniendo en cuenta que hay dos partidos por delante antes de la final de Copa, no se va a arriesgar lo más mínimo.
Monreal se quedó fuera de la convocatoria contra el Granada “por unas molestias en el tendón cuadricipital derecho”, según el parte médico facilitado por el club. Imanol después del partido especificaba que no se trataba de una “lesión de gravedad, unas molestias que por precaución era mejor que no jugara y encima teniendo a Aihen Muñoz bien, no merecía la pena arriesgar”, pero espera que pueda estar listo a lo largo de esta semana para poder jugar en Los Carmenes contra el Granada.
El navarro tiene una tendinitis en su rodilla a la que Imanol restó importancia tras el partido contra el Levante. Se espera que pueda jugar en Granada, aunque no hay intención de arriesgar. Porque Aihen Muñoz ha cumplido siempre que lo ha requerido la situación y ha ofrecido un nivel más que aceptable, por lo que el puesta estaría bien cubierto y no hay necesidad de forzar una vuelta con Monreal, poniendo en riesgo una posible recaída. Imanol espera poder contar con él, mientras sigue esperando la evolución lenta pero positiva del resto de lesionados, como Aritz Elustondo, Moyá, Zaldua y Ayesa. Con Sangalli el proceso de regreso a los terrenos de juego lleva, como es lógico otro ritmo, aunque su regreso por fortuna está cada vez más cerca.