Jesé, una titularidad esperanzadora
El "bichito" fue el mejor futbolista amarillo sobre el terreno de juego y dio muestras de una gran implicación con el equipo.
Era su hora, su momento y los focos se centraban en él. Era lógico, por otra parte. Con las bajas obligadas de Araujo, por sanción, y Rober aun recuperándose del COVID-19, a Pepe Mel no le quedaba otra que forzar la máquina con Jesé en la punta de ataque y el delantero de Lomo Blanco no defraudó volviendo a una titularidad que se le resistía desde el 27 de enero de 2020 con el Sporting de Lisboa.
Participativo, activo y con hambre. Así se vio a Jesé contra el Rayo Vallecano desde el minuto uno de partido. Buscó mucho a sus compañeros estrenando su posición de punta de lanza amarilla y sorprendió positivamente con una gran movilidad en la búsqueda de espacio, yendo de menos a más con el paso de los minutos. De hecho, todo el peligro insular, a excepción del gol de Sergio Ruiz pasó por sus botas cuando, por ejemplo, en el primer tiempo, cruzó el balón ante la salida de Dimitrievski, que tuvo que estirarse para rechazar el peligro. Le faltó un poco de potencia y de ángulo a su buen golpeo.
Además de sus destellos en la primera parte, en los que armó varios contragolpes peligrosos, hasta que le duró la gasolina, se le vio muy implicado en tareas defensivas, también como uno más a la hora de protestar al colegiado en las acciones polémicas que perjudicaron a los amarillos y asistió a Maikel Mesa en la segunda mitad en una acción que a todas luces parecía ser un gol cantado hasta que el jugador tinerfeño estrelló el gol en el palo cuando todo el mundo cantaba el gol de la UD.
Con este empate Las Palmas no puede darse por satisfecha, pero el regreso de Jesé y sus buenas sensaciones sí pueden ser un punto de inflexión para una UD que ayer tiró de orgullo para empatar un partido que parecía perdido.