Aprobados y suspensos del Pucela: Desahogo de cabeza
El Real Valladolid se reencuentra con la victoria en un partido de mucho sacrificio, en el que dio sensación de empaque, pese al gol de Mata.
El Real Valladolid volvió a vencer al Getafe en un choque de mucho sacrificio y con media hora de brillo, la primera, en la que marcó dos goles de cabeza y se encontró cómodo en ataque, moviendo el balón de lado a lado y transitando. En la segunda mitad, los azulones intentaron dar un paso adelante, contenido por la defensa e insuficiente pese a la cercanía en el marcador que les otorgó el tanto de Mata antes del descanso. Los tres puntos desahogan a un Pucela que ve los puestos de descenso a tres puntos, al menos de forma momentánea.
Roberto: Evitó el gol de Kubo con una buena parada, de reflejos, a una sola mano, que terminó siendo decisiva. Un tanto dubitativo en alguna que otra salida, quizás más porque los precedentes generan pánico que por él mismo.
Janko: Algo inseguro defendiendo el área en los primeros compases. En ataque se le vio a menudo, por lo menos durante la primera mitad, en la que se interiorizó en alguna ocasión. Sus centros no acabaron de generar peligro, aunque cumplió.
Joaquín: Se las tuvo tiesas con Mata desde el inicio. En el gol, el recorte del azulón le deja fuera de zona. Se fue componiendo y estuvo a un nivel correcto, a pesar de lo cual fue protagonista de una acción gris, en la que el Getafe pidió mano.
El Yamiq: Flojo con balón, se multiplicó en defensa, sumando muchas intervenciones, nueve despejes entre ellas. Se batió el cobre con Ünal y, en ocasiones, con Mata, cuya expulsión provocó en el segundo tiempo.
Olaza: Entre él y Orellana volvieron locos a Damián y Nyom en el primer tiempo. Sobrio y solvente en acciones defensivas durante todo el partido, además, tuvo esa presencia ofensiva. Acompañó su buena actuación de una presión inteligente.
Óscar Plano: Ganó la partida en el punto de penalti para marcar el 1-0 de cabeza. Cargó el área más veces que otros días, aunque fue perdiendo peso a costa, en cualquier caso, de ganarlo en defensa. Se llevó un golpe, sintió molestias y acabó sustituido.
Alcaraz: Comenzó ganando de la batalla del centro del campo frente a Maksimovic y Aramberri, aunque se desfogó con el paso de los minutos. Se descolgó y se asomó menos que otras veces en campo rival. La situación no lo pedía.
Roque Mesa: Su trabajo fue más oscuro que otros días, aunque movió bien el balón de lado a lado en la primera parte. Atinado en los envíos en largo, en general le costó un poco. Después de tener presencia defensiva, fue cambiado.
Orellana: Se desmelenó en la primera media hora. De su cabeza llegó la asistencia del primer gol y de sus botas el mal despeje de Soria que le cayó a Weissman. Soria le dejó sin su gol en un disparo fuerte. La primera media hora, la mejor que ha jugado como blanquivioleta.
Weissman: Envió a guardar la primera ocasión que tuvo, en el cabezazo que favoreció Soria con su defectuoso rechazo. Incisivo y entregado, participó en la base de la jugada y se afanó en defensa hasta el último resuello.
Sergi Guardiola: Interesantes sus caídas a banda derecha para descuadrar a la zaga. Puso un centro muy bueno, medido hacia el segundo palo, en la jugada del gol. No brilló mucho, pero sí se sacrificó como acostumbra.
San Emeterio: Entró para dotar de músculo al equipo cuando faltaban piernas.
Míchel: Asomó con balón en campo rival varias veces cuando el equipo lo necesitaba.
Kodro: Poco atinado en los intentos de contra del final.
Luis Pérez: Se animó con una subida en los pocos minutos de que dispuso.