Roque Díaz: “Su desplazamiento en largo era un espectáculo”
El ex futbolista de Las Palmas y hoy presidente de sus veteranos asegura que Guedes es una leyenda “también a nivel internacional”. “Era un icono de canariedad”, dice.
Con motivo del 50º aniversario del fallecimiento de Juanito Guedes (se cumple el 9 de marzo), miembro de la santísima trinidad de la UD Las Palmas junto al también desparecido Tonono y Germán Dévora, miembros todos de la mejor generación de futbolistas del club, en Diario AS venimos homenajeando desde el pasado martes la figura de esta leyenda de la entidad grancanaria. En la lista de testimonios no podía faltar Roque Díaz, hoy presidente de la Asociación de Veteranos del club.
Ser de una generación posterior impidió a Díaz compartir con Guedes tantas horas de vestuario y césped como le hubiera gustado, mas no por ello los recuerdos sobre la leyenda se difuminan. “Tuve la gran suerte de poder entrenar con él siendo juvenil, y era un espectáculo ver esos desplazamientos largos medidos a sus compañeros”, recuerda el ex central de Las Palmas. “En este caso, el gran beneficiado de su juego fue Gilberto I”, añadió.
Cualquier conversación que se mantenga sobre Juanito Guedes deriva en la palabra “respeto”, tal era su ascendencia tanto en el equipo como en toda Gran Canaria. Para todos era el ‘Mariscal’, pues “pasaba por ser un hombre con una gran personalidad y sabía cómo pedirle las cosas a los compañeros, y se hacía respetar tanto por ellos como por los contrarios”, justifica Díaz. No es poca cosa teniendo en cuenta quién orbitada a su alrededor: “En mi humilde opinión, aquella ha sido la mejor plantilla que ha tenido la Unión Deportiva Las Palmas en toda su historia. Sin lugar a dudas podría ser el líder de aquel grupo de futbolistas, pero al lado tenía a otros que también pesaban lo suyo, como Tonono y Germán”.
Cuentan testigos que la abrumadora personalidad de Guedes traspasaba fronteras. Por supuesto con una ascendencia que iba más allá de las desvencijadas tapias del Estadio Insular. Dentro de ellas era su majestad. “Aportaba mucha tranquilidad y respeto con los compañeros, los defendía a muerte. Por lo que me aseguran, era una persona justa que no permitía que se tratara mal a nadie”, sentencia.
“Inteligencia”.
Asimismo, insiste Roque Díaz en destacar la “inteligencia” de Guedes una vez puesto el equipaje de Las Palmas y anudadas las botas de fútbol: “Fue un jugador con unas características muy especiales, súper inteligente en el campo, con una ocupación racional del espacio y una magistral visión periférica”. Además, recuerda que “no necesitaba mucho esfuerzo para dar velocidad al juego por su gran y extraordinario desplazamiento de balón, tanto por alto como raso”.
Para Díaz, apenas un juvenil en aquellos años mágicos de Juanito (así le conocen todos) Guedes y la generación dorada de Las Palmas, apenas el hecho de entrenar con ellos “era un honor”. De repente, pasaba de ejercitarse con pibes de su edad a hacerlo con “un icono” de toda una isla: “Un grupo del juvenil A entrenábamos con ellos, siendo entrenador Rosendo Hernandez. Éramos Nato, Manolo Torres y yo. Para la juventud canaria representaba un icono de canariedad, aquella persona a la que te gustaría parecerse, pero era muy complicado porque Juanito Guedes solo habrá uno”.
Para hablar del último adiós a Guedes, de nuevo la palabra “respeto”. Es lo que tienen las leyendas. “Su fallecimiento supuso una gran consternación para el pueblo canario, y su entierro fue una gran manifestación de respeto y cariño del pueblo hacia Juanito. Era un símbolo del fútbol canario, y a nivel internacional, nacional y local era y es una leyenda”. La nitidez de los recuerdos sobre su figura así lo corrobora.
