Butarque acude al rescate

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Cuando el Leganés gime, acude a Butarque. Su estadio se ha convertido en refugio eficaz tras llamativos varapalos visitantes, demasiado frecuentes en esta temporada de dicotomía repetida al sur de la capital. Porque el Lega es irregular actor cuando juega fuera (sólo 13 puntos en 13 partidos), pero implacable depredador cuando lo hace en casa (12 victorias y dos derrotas en 14 partidos, el mejor local de Segunda División). Y todo sin público, que pegadas como están las gradas al césped, solía ejercer de incómodo aliento en el cogote de los rivales. Pero desde hace justo un año, ya no hay nadie que pueda incordiar. Y aún así, el efecto fortín continúa (sigue el partido en directo en As.com).

“Es cuestión de confianza”, decía ayer Garitano para explicar el porqué de este fenómeno al que hoy se aferrará para reconducir aquella gloriosa senda de cinco victorias seguidas truncada en Cartagena. Fue la derrota en tierras murcianas asunto feo. Por el resultado (obvio), pero sobre todo por las formas de un equipo que volvió a dar la imagen impotente e imprecisa previa al retorno del técnico milagro a Leganés.

Sin Omeruo, sancionado, el de Bergara hará casting para suplir al que había sido el único jugador que lo había disputado todo en su nueva etapa pepinera. Tarín, Bustinza y Sergio opositarán. El resto del plantel estará disponible para recibirá a un Castellón del que Garitano fue técnico fugaz hace once años. "Fue apenas un mes, pero como yo digo, me estrené como primer entrenador dos años después", comentaba el preparador dejando claro que aquello se lo tomó más como anécdota, que como su verdadera puesta de largo en un banquillo.

Ahora, en la distancia, observa al Castellón con ojos de respeto extremo. El 4-0 orellut a Las Palmas dibuja un rival temible, de moral reconstituida tras frenar una racha de cuatro derrotas enlazadas. Los de Garrido avisan que su intención, más que resistir en la Avenida de los Once Leones, es asaltarla y llevarse tres puntos que le saquen del descenso.

En la balanza positiva de su optimismo, varios ingredientes. El más jugoso es Rubén Díaz, picante merodeador del área que ya marcó dos goles en la última jornada y que llega con el ánimo reconstituido. Contará esta vez con Marc Mateu, máximo asistente de Segunda, dispuesto a ayudarle en la tarea del gol. También vuelve Ortuño a la lista y se estrena Rene Krhin.

En el lado de lo negativo, las bajas de Víctor y Satrústegui, que deja a Garrido sin lateral zurdo. El ex pepinero Carlos Delgado apunta a titular con la opción del propio Mateu como plan B nada descabellado después de que Óscar Cano lo usara varias veces en el puesto.