¿Qué fue de Maresca?: de héroe de Eindhoven a 'sombra' de Pep
El italiano reventó la final que le dio la primera Europa League al Sevilla. Ahora, es hombre importante en una de las mejores academias inglesas.
Enzo Maresca es, probablemente, uno de los vecinos más famosos de Pontecagnano Faiano, un pueblo de poco más de 25.000 habitantes del sur de Italia, a una hora de Nápoles. Allí es uno de los locales más reseñables pero en otro sitio también lo sienten como suyo. Este no podría ser otro lugar: Sevilla. En la Calle Sevilla Fútbol Club, de 43.883 'habitantes', Maresca sigue siendo uno de sus vecinos más queridos aunque ya hace tiempo que se mudara.
Su carrera comenzó en la cantera del Milan, a la que se mudó siendo un crío, y de allí pasó al Cagliari aunque su debut como profesional se acabó dando en Inglaterra. El sureño no renovó con la escuadra sarda y se marchó al West Bromwich Albion, para debutar en la Championship, por entonces First Division pero Segunda División.
A los 19 años, en invierno del 2000, quedó libre y la Juventus se hizo con su fichaje a coste cero. A esa edad tuvo que pelear por un puesto con nada más y nada menos que Zidane, Davids, Conte o Tacchinardi. Difícil competencia que le hizo salir cedido al Bologna, a los que ayudó a salvarse de la Serie B.
En la 01/02, sería el refuerzo joven para la plantilla y sumó más de 1000 minutos con la Juventus. 28 partidos y dos goles, uno de ellos, en el derbi ante el Torino en el que Lippi le dio 14 minutos para buscar el empate en Delle Alpi, aunque como visitantes. Enzo sustituyó a Davids en el 76 y en el 89, cabeceaba de manera impecable un centro de Thuram para hacer el 2-2. Si el cabezazo fue bueno, todos recuerdan el gol por su celebración. El mediocentro 'enloqueció' y se puso a correr con los dedos haciendo los cuernos de un toro para celebrar el tanto del empate. Ese derbi quedó bautizado para siempre como el "Derby delle 'corna'". El derbi de Maresca.
Tras esa temporada, encadenó salidas al Piacenza y a la Fiorentina. En 2005, cuando acabó su cesión, el Sevilla se interesó por él. Los del Pizjuán tuvieron un verano convulso con las salidas de Ramos y Julio Baptista pero Monchi supo reforzarlos. El italiano llegaba como refuerzo para el medio y aportar parte del gol que perdían con La Bestia. Ese verano también llegaron Luis Fabiano, Kanouté, Dragutinovic, Escudé, Palop y Saviola. Lo que se venía pocos lo esperaban.
Enzo se hizo importante nada más llegar y culminó su primera temporada por todo lo alto. Maresca fue clave para ganar la primera UEFA sevillista al Boro de Mendieta, Hasselbaink y Rochemback con los dos goles que acabaron de sentenciar el trofeo. Para el primero cazó un rechace blandito de Schwarzer. El segundo fue un disparo con la zurda imparable. Mordido y ajustado. El himno se desató en megafonía mientras Enzo, otra vez, corría loco por la banda sin camiseta. El sureño se llevó el premio a mejor jugador del partido, que fue a su casa, pero la suma económica aparejada a este fue donada al Hospital San Juan de Dios hispalense. Un gesto de campeón. Hasta 2009, Enzo fue parte importante de uno de los mejores Sevilla de la historia con dos Copas de la UEFA, una Supercopa de España y otra de Europa.
En agosto de 2007 vivió su peor momento como toda la familia sevillista. El fallecimiento de Antonio Puerta tocó a todos pero a él más si cabe. Enzo era uno de sus amigos más cercanos del defensa (se sentaban justo en el vestuario) y, después de su fallecimiento se llegó a tatuar en su honor e incluso a vestir el 16 en homenaje. Como en el Málaga, por muy rival que fuera de los del Pizjuán. Allí fue su regreso al fútbol español tras un breve paso en Olympiacos y antes de decidir acabar su carrera en Italia con la Sampdoria, el Palermo y, finalmente, el Hellas Verona, con los que se retiró en 2017.
Inspirado por Pellegrini es la 'sombra' de Pep
"Cuando lo dejes, tienes que ser entrenador" le dijo Pellegrini a Maresca cuando compartían vestuario en Málaga como él mismo reconoce hoy en una entrevista en La Gazzetta dello Sport. El italiano le hizo caso al chileno, se formó e inició su carrera en los banquillos.
Maresca empezó su carrera como entrenador como segundo de Fluvio Fiorin en el Ascoli. Este fue destituido en noviembre de 2017. Entonces, recibió la llamada de Vincenzo Montella para volver al Pizjuán. Nadie mejor que él para unir un binomio que no acabó dando resultado. Caparrós, que llegó para terminar la temporada, le mantuvo en el staff hasta el final.
Pocos días después, Enzo se uniría a su 'inspirador' Manuel Pellegrini como su mano derecha en el West Ham. Cuando acabó la etapa del chileno en el Olímpico de Londres también terminó la suya. En el paro, aprovechó para estudiar y se enfrascó en el método de Guardiola. "Pellegrini fue rescindido en el West Ham, yo era el segundo. Tenía tiempo libre y traté de estudiar el fútbol de Pep. Luego, recibí la llamada del City. Hubo dudas pero me daban una oportunidad única", asegura.
Así, Maresca se ha convertido el 'profesor universitario' de la academia del City. Como primer entrenador del sub-23, entrena y forma a los próximos candidatos a reforzar la primera plantilla como el español Adrián Bernabé, Felix Nmecha, que ya ha debutado en la Champions, o Liam Delap, hijo del mítico Rory Delap y máximo goleador del equipo de Enzo.
Compartiendo oficina con Guardiola a diario, sigue su método con interés y además, con resultados. Ambos 'Citys' lideran con ventaja las dos Premier League, la principal y la 2, para los equipos sub-23. Maresca y Pep luchan para llevar un doblete al Etihad Stadium.