La crisis del Nápoles parece no tener fin. El conjunto entrenado por Gattuso sigue con su irregular marcha en la Serie A, incapaz de enlazar dos triunfos consecutivos y anoche sufrió ante el Sassuolo un pinchazo muy duro, por la forma en que se produjo, lo que despertó las iras de su capitán, Lorenzo Insigne.

El propio Insigne había marcado en el minuto 90 lo que suponía la remontada del Nápoles (2-3). Nunca imaginó que cinco minutos después su euforía se transformaría en rabia al ver cómo su equipo cometía un penalti que sería transformado por Caputo, privando al Nápoles de tres puntos importantísimos en su lucha por entrar en la Champions.

"¡Equipo de mierda!", gritaba, refiriéndose a su propia escuadra, mientras se retiraba del terreno de juego y daba patadas a todo lo que encontraba por su camino. Un  enfado que en italia ha hecho que se comience a hablar de un hartazgo que podría ponerle incluso en el mercado de verano.