La presión del descenso es la lágrima del Valencia
La mayoría de jugadores de la plantilla che no está acostumbrada a luchar por el descenso y la presión se refleja en las lágrimas de Gabriel. Algo que contrasta con el optimismo de clubes como el Huesca, pese a que están en peor situación.
Las lágrimas de Gabriel Paulista tras la debacle ante el Getafe han recorrido España y el mundo entero en una imagen que define el sentimiento del vestuario che: superado por la situación. Con el descenso a solo 5 puntos y un exigente duelo ante el Villarreal de Alcácer, Gerard Moreno y compañía el próximo viernes, los che afrontan un final de temporada en tierras desconocidas para la mayoría de ellos, un final de temporada en el que pelearán por no descender, un final de temporada que jugadores internacionales como Maxi Gómez, Jasper Cillessen o José Luís Gayà nunca imaginaron.
Y quizá ese sea uno de los mayores riesgos de la actual plantilla che, que mientras ellos se hunden, sus rivales poco a poco se están haciendo fuertes pese a estar en peor situación. Las lágrimas de un hundido Gabriel con un Valencia en el puesto 14 a cinco puntos del descenso contrastan con las declaraciones de Pacheta, técnico del Huesca, pese a que su equipo se encuentra último, a dos de la permanencia "Hemos estado dos minutos en puntos de permanencia estamos ya cerca" dijo el técnico visiblemente optimista.
"Es jodida esta situación y que un club como el Valencia pelee por no descender"
Y es que el Valencia tiene una plantilla que no está nada acostumbrada a lidiar con la presión del descenso. Los Gabriel, Guedes, Gameiro, Cillessen, Diakhaby y compañía han vivido una carrera en la que han peleado por títulos y por clasificaciones a Liga de Campeones por lo que esta batalla por la permanencia y la presión que ello conlleva es totalmente nueva para ellos. Mientras, sería injusto exigirles a los Guillamón, Yunus, Correia y Ferro, jóvenes que aterrizaron hace poco en el mundo del fútbol profesional, que tuvieran experiencia en situaciones como las que vive el club.
"Hemos estado dos minutos en puntos de permanencia ya estamos ahí, soplando"
Solo hay un pequeño reducto de jugadores che que en alguna ocasión han vivido una situación similar a que se vive en la capital del Turia y ha sido solo en una temporada, nunca como una lucha continua. Gayà, Soler, Jaume y Lato en el propio Valencia en 2016, quienes de hecho ya rescataron al club por aquel entonces; Piccini (2014) en el Livorno, aunque de momento no cuenta para Gracia; Maxi Gómez (2019) en el Celta, pero lleva 7 partidos sin marcar; Oliva en Cagliari (2017), aunque ha disputado poco más de 50 minutos como che; Wass en el Évian (2014); Y Jason en el Levante, quien es uno de los jugadores con menos minutos de la plantilla.