Sergio González: "Todo lo que no sea ganar al Celta no pasa por nuestra cabeza"
El técnico del Real Valladolid no quiere mirar más allá del partido de Balaídos, donde espera que su equipo continúe la progresión de los anteriores.
¿Cómo plantea este partido y qué fortalezas ve en el Celta?
Es un Celta que juega con un 4-4-2 en rombo, que a veces pasa a 5-3-2 o cambia la estructura con balón porque Tapia se incrustra entre los centrales y los dos laterales son muy ofensivos. Tienen mucho fútbol por dentro, cambios de orientación a laterales para que pongan centros... Tenemos que tener cuidado con las espaldas de los laterales, porque sus dos puntas atacan muy bien la espalda de esos laterales, y está claro que la figura de Iago Aspas les da ese poso y esa calidad extra para que sus compañeros sean mejores de lo que pueden llegar a ser. Intentaremos seguir dando pasos adelante, siendo fuertes a nivel defensivo, dejando poca distancia entre líneas, tapando pases por dentro y que intenten jugar por fuera, con balón ser atrevidos e intentar hacerles daño en sus debilidades y tener personalidad y energía suficiente para un partido difícil, pero en el que tenemos ganas de ganar.
¿Ve la misma dependencia de Aspas que otros años?
Es un futbolista determinante, y lo es en todos los partidos. Son un buen equipo y con Aspas es un grandioso equipo. Les da capacidad, desborde, goles, asistencias... Está claro que es una pieza fundamental para ellos.
¿Cuánta importancia le da a mantener un ritmo alto de juego del Celta?
Va a ser clave saber sufrir cuando tengan esos 15 minutos que te hacen más pequeño. Ellos son muy verticales con ese rombo por detrás de los dos puntas; les hace tener más jugadores por delante del balón, pero también te hace que si juegas hacia afuera les generes cierta debilidad en su transición. Tienen sus fortalezas e intentaremos minimizarlas con la personalidad y la energía suficiente para solventar eso, acertar en los dos o tres primeros pases tras robo y pillarles en transiciones o en un ataque posicional teniendo esa personalidad.
¿Con qué novedades cuenta?
Siguen fuera Carnero, Kiko Olivas, Javi Sánchez, Pablo Hervías y Javi Sánchez. Recuperamos a El Yamiq, que no está para jugar de inicio pero sí para entrar en la convocatoria y poder jugar 20-30 minutos, y a Olaza después de la sanción. También tenemos la ausencia de Waldo, que lleva dos días con permiso atendiendo a asuntos propios.
¿Se ha planteado hacer algún cambio radical?
A priori no, va a haber una línea continista intentando reforzar lo que hemos hecho bien y arreglar lo que no hemos hecho tan bien. Tampoco tenemos los elementos necesarios para una revolución, como un cambio de estructura. Creo que en los últimos partidos hemos estado bien; el otro día contra el Real Madrid fuimos de los pocos equipos a los que a nivel combinativo no le generaron ninguna ocasión de gol, aunque es verdad que a balón parado sí que sufrimos. Tenemos que intentar ser igual de solventes y fuertes e intentar generar más ocasiones, porque más claras creo que es difícil.
¿Y un cambio de dibujo?
Todas las semanas intentamos ver cuál es el mejor plan de partido para enfrentarnos al rival. Está claro que tenemos las dos opciones, mantener el 4-2-3-1 o cambiar al 4-4-2, que es el sistema más habitual, aunque tenemos que valorar un poco las funciones de Tapia y de Denis. Siempre manejamos las estructuras necesarias para poder hacer frente al rival.
¿Qué le da Kike Pérez en la mediapunta?
Nos da piernas y trabajo. Entendemos que cuando el pivote referencial por parte del rival es fuerte, alto y genera superioridad en el inicio del juego, Kike puede ocupar la segunda punta y ocuparse de él en fase defensiva para que no te hagan superioridad por dentro, además de tener la capacidad para incorporarse al ataque. Es una figura que nos gusta mucho, que utilizamos el año pasado con Anuar contra el Real Madrid y nos salió bien.
¿Alguna vez en la temporada ha querido utilizar un 5-3-2 y no ha podido?
Es verdad que no lo hemos tenido como recurso disponible, y aunque quizás en Vigo podríamos hacerlo con Miguel Rubio, la línea de cuatro suele ser la que más rendimiento nos da y lo más lógico es que la mantengamos. En algún otro partido habría sido interesante.
¿Piensa en cambiar la portería?
Me lo planteo igual que un cambio de lateral, de delantero, de pivote... Todos los que pueden ir en lista pueden jugar y cada vez que el equipo no consigue la victoria es susceptible de cambios.
¿Cómo solucionó las 'fricciones' con Weissman?
Yo he reaccionado de una manera parecida cuando era futbolista. No es lo que me gusta y lo que creo que es adecuado para el equipo, pero queda en esa anécdota. Hemos hablado, tenemos una buena relación y yo no soy de castigar; sería absurdo que me pusiera por encima de las necesidades del futbolista que creo que nos va a hacer ganar un partido. No jugó el otro día porque entendíamos que con la figura de Casemiro necesitábamos un mediapunta y el punta más referencial que nos podía dar balón parado y aguantar el balón es Guardiola. Es normal que se cabree. Quizá lo hizo porque no le salieron las cosas como él quería. Se tiene que revelar haciendo un buen partido y con goles.
¿Cómo ve los dos partidos directos de esta semana?
Solo me planteo ganar al Celta. Solo nos puede atender eso; nuestra Liga se centra en lo que podamos conseguir contra ellos. Lo que hacíamos antes de bloques queda en un segundo lugar; lo más importante es competir bien, tener mejores sensaciones incluso que el último día y, sobre todo, conseguir la victoria de la manera que sea. Vamos a trabajar y a jugar para ello.
Sin embargo, los próximos partidos son clave...
Sí, pero insisto, lo único que nos preocupa es contrarrestar lo que hace el Celta. Todo lo que no sea eso ahora mismo no pasa por nuestra cabeza.