El Racing empieza a ser el Racing que se suponía
La primera hora del derbi frente al Laredo dejó ver al equipo dominador que su afición esperaraba desde que arrancó la temporada. Ahora ya gana y juega bien
El club de los cinco
Antes de dar el salto a Emilio Salgari y su Sandokán, yo me enganché a la lectura con los tontorrones (hoy los veo así, pero entonces me los metía en vena) libros de Enid Blyton y las Aventuras de Los Cinco. Ahora estoy igual. Entonces los cinco eran Jorgina, Julian, Dick, Ana y el perro Tim y ahora son Riki, Íñigo, Pablo, Patrick y Álvaro. Hace ya varias semanas que he dejado escrito aquí que el factor Riki ha cambiado la ecuación del Racing. Tanto que ha sido como ese giro en el cubo de Rubik que hace que todo encaje de manera natural. Riki juega bien, pero es que ahora Íñigo está creciendo a ojos vista, es que Pablo Torre vuelve a ser Pablo Torre y los dos extremos, Soko y Bustos, no solo están que se salen sino que el balón circula rápido de lado a lado y les permite forzar el uno contra uno reiteradamente. Así, sí. Solo falta que el sexto hombre esté a su altura.
A falta del rodaje
Creo que a estas alturas ya nadie duda que a Solabarrieta le han puesto en las manos una plantilla mejor que la que le proporcionaron a Rozada. A falta de ver en acción a Gerson (que con el balón es, ya lo aviso de verle en los entrenamientos, el mejor de todos los centrales. Ahora hay que ver si sabe defender) y con casi todo dicho de Riki, la puesta en escena de Isma López y de Traver es muy esperanzadora. No tienen reprís, parecen fuera de forma, pero tienen un nivel futbolístico por encima de esta categoría y son capaces de sumar, de mejorar a los que han sustituido, mientras van cogiendo la forma. Sinceramente, además, no parecen casos de esos que vimos reiteradamente la pasada campaña, buenos futbolistas a los que se les había acabado la mecha, parece solo cuestión de tiempo. Lástima que la temporada sea corta porque solo pueden ir a mejor.