OCTAVOS (IDA) I SEVILLA-B. DORTMUND
Aprobados y suspensos del Sevilla: La esperanza Óscar
El mediocampista talaverano mandó un balón al palo y le puso a De Jong el 2-3 ante el Borussia Dortmund. Los pesos pesados no dieron la talla esta vez.
Bono: Quizá pudo hacer algo más adelantándose en el 1-2 pero no se le puede achacar ninguno de los goles ni tampoco que no alcanzara el récord de imbatibilidad de Palop.
Jesús Navas: Volvía tras días de lesión y, como casi todo su equipo, dio una versión mediocre, alejada de lo que suele ser él.
Koundé: Semanas de azúcar no le han sentado bien. No pareció nunca un central que vale 80 millones.
Diego Carlos: Dentro del mal tono general del Sevilla, sostuvo defensivamente al Sevilla en la segunda mitad.
Escudero: Con partidos así, urgirá que vuelva Marcos Acuña.
Fernando: Completamente desconocido.
Jordán: Intentó de todo y no le salió casi nada.
Rakitic: Desastroso. De dos pérdidas suyas llegaron el 1-2 y el 1-3. Especialmente lamentable fue la del tercer gol alemán.
Suso: Marcó un gol, de rebote, y luego mostró la misma imagen gris-oscura de los últimos partido.
Papu Gómez: No rascó bola en la izquierda y tampoco en el centro. Con Rakitic, aunque menos culpable, contribuyó al tercer gol alemán.
En Nesyri: Absolutamente perdido.
Gudelj: Era difícil hacerlo peor que Rakitic.
De Jong: Se fajó con los centrales del Borussia Dortmund, les dio guerra y luego marcó un tanto que da algo de esperanza al Sevilla.
Munir: Se enreda demasiado en guerras lejanas al área cuando lo suyo es el cajón y cazarlas ahí.
Óliver Torres: Le dio algo de luz y de balón al Sevilla en la recta final del encuentro.
Óscar Rodríguez: Mandó una falta al palo y luego puso el balón del 2-3. Minutos esperanzadores.