El Mestalla, ante la amenaza de un descenso doble

El filial del Valencia es un drama. El conjunto de Óscar Fernández está coqueteando seriamente con un descenso doble de categoría. La amenaza de caer a la quinta división del fútbol español se palpa en Paterna. La reestructuración que hizo la Federación Española en la categoría el pasado verano tiene en vilo a un Mestalla que es colista de su subgrupo.

El filial ché tiene cuatro finales por delante para evitar una catástrofe. Ahora mismo, es el último clasificado y está a cinco puntos de esquivar la promoción de descenso a Tercera. Si finalmente disputa este playout, su mejor resultado podría estar en salvar una categoría, aunque la próxima temporada estaría en la cuarta división tras crearse la famosa liga intermedia entre Segunda y Segunda B. Otro fracaso en esa promoción de descenso le dejaría a cinco pasos de su primer equipo.

El conjunto de Óscar Fernández sólo ha ganado un partido este curso. Desde el 5 de diciembre, al Atlético Levante (5-0), no suma los tres puntos. El pasado domingo perdió de forma rotunda ante el Ibiza, líder intratable, y su situación es dramática. El Mestalla es el peor filial de los 21 que forman parte este curso de la Segunda División B. Las numerosas expulsiones, la fragilidad defensiva (es el equipo más goleado del grupo), la marcha de jugadores importantes al primer equipo y varias remontadas en los últimos minutos han dejado al Mestalla tiritando.

Curiosamente, Meriton basa su apuesta en la Academia en tiempos de austeridad. Pero el filial no le está dando ninguna alegría. Además, la posibilidad de caer a la quinta categoría del fútbol español provocaría una diferencia abismal con el primer equipo, por lo que el salto de jugadores se vería como un océano.

El Mestalla quiere evitar a toda costa un descenso doble de categoría. Por este motivo, el club sigue apostando seriamente por Óscar Fernández para su banquillo. El valenciano, con nombre y experiencia, espera dar con la tecla en las últimas cuatro jornadas de competición. El club también hizo un esfuerzo en enero y fichó a William y Ouattara, pero no terminan de arrancar. Esquerdo y Koba, que han estado a las órdenes de Gracia durante todo el curso y han tenido minutos con el primer equipo, han bajado al filial para evitar lo que puede ser un fracaso histórico.