Sin margen de error: el Madrid persigue, el Valencia huye
Regresan Carvajal, con el que el equipo blanco no ha perdido esta temporada, y Lucas Vázquez. El portugués Ferro debutará con los de Javi Gracia.
Amaina el temporal en las dos orillas. El Madrid recupera jugadores, se despega del pesimismo y mantiene la esperanza lejana de dar caza al Atlético. El Valencia, tras firmar su peor primera vuelta con ligas de tres puntos, lleva dos partidos sin perder y, aunque menores, comienza a recibir refuerzos (sigue el partido en directo en AS.com). En cualquier caso, el margen de maniobra es muy estrecho para ambos. El Madrid juega ya cada partido sin red y el Valencia comenzó la jornada a cuatro puntos del descenso, una situación insólita.
Aun con siete bajas (Odriozola, Militao, Ramos, Marcelo, Valverde, Rodrygo y Hazard) se abre el cielo en el Madrid con el regreso de Carvajal y Lucas Vázquez. El lateral ha sufrido ya tres lesiones y una sanción esta temporada, ha tenido que parar 94 días y ha disputado únicamente once partidos. En ninguno de los que estuvo perdió el Madrid (que lleva ya ocho derrotas), lo que da importancia a su vuelta. También está listo Lucas Vázquez, el imprescindible inesperado que en septiembre era fondo de armario y que acabó encadenando veinte partidos como titular antes de la lesión que le ha tenido fuera en los tres últimos compromisos del equipo.
Vuelta al 4-3-3
Con la vuelta de Kroos, cumplida su sanción, concluye el estado de excepción en el Madrid. Zidane tiene nueve titularísimos (todos menos Ramos y el inestable Hazard) y eso le permitirá reagrupar al equipo en el 4-3-3 clásico y aparcar el dibujo de los tres centrales, más con la ausencia de Marcelo, para quien parece tejido ese traje. Quizá Carvajal y Lucas Vázquez se repartan los minutos en el lateral derecho, pero si juegan los dos pinta que volverá a caerse Vinicius, titular en las dos últimas victorias del Madrid. El brasileño es siempre el lado más débil de la cuerda.
En el Valencia, Lim ha intentado disimular que no saca las manos de los bolsillos con cuatro incorporaciones en el mercado de invierno, todas a coste cero, naturalmente. Llegaron Piccini (regresa de cesión), Ferro, Oliva y Cutrone, jugadores todos de poco peso en sus clubes de procedencia. Ninguno sumó más de doce partidos ni jugó más de 550 minutos. Sólo Cutrone, delantero prestado por el Wolverhampton, ha debutado (disputó 25' en San Mamés). Hoy puede hacerlo Ferro, central del Benfica con el que sólo participó en siete encuentros. Sancionado Guillamón por forzar una amarilla (también está castigado Javi Gracia), lesionado Diakhaby y convaleciente Mangala, Ferro tendrá que formar pareja con Paulista. Oliva tiene menos opciones de hacerlo de salida una vez recuperado de sus molestias en un gemelo Carlos Soler, nuevo murciélago del escudo y máximo goleador del equipo (seis tantos en Liga, cinco de ellos de penalti).
La noche de los penaltis
Casi nada ha salido como se esperaba en el Valencia desde que Lim adquirió su propiedad. Cuatro de las siete peores primeras vueltas de su historia llegaron bajo su mandato y su fichaje estrella, Guedes, por el que el club pagó 40 millones, ha encogido extraordinariamente: cinco goles y cuatro asistencias en más de año y medio. Tampoco Maxi Gómez está resultando este curso. Lleva casi cinco veces más fueras de juego (23, líder de LaLiga) que goles (5). Así que el equipo se ha sujetado con el despegue inesperado de jóvenes como Musah, Racic o Manu Vallejo y con la lealtad de banderas del club como Carlos Soler o Gayà. Su mejor partido fue, precisamente, ante el Madrid en la primera vuelta, en aquel 4-1 con tres penaltis en contra de los madridistas, hecho sin precedentes en la competición.
Aquel partido tuvo poco que ver con la trayectoria del Valencia, que sólo ha funcionado a balón parado. Ha metido doce goles así, más que ningún otro equipo, pero sólo ha ganado dos partidos (y por 1-0) en los tres últimos meses. Ante el Madrid, como visitante, no vence desde hace casi 13 años, con Koeman en el banquillo valencianista. Demasiado tiempo para un grande.