Un empate estéril

Un punto para cada uno, justo resultado por lo visto en el Cartagonova. Pero unas tablas que no dejan contento ni a FC Cartagena ni Rayo Vallecano. Los albinegros seguirán una semana más en descenso, mientras que los vallecanos pueden ver como se les escapan los rivales en la pelea el ascenso directo. La diferencia ahora con el segundo, RCD Espanyol, es de cinco puntos, los mismos con la UD Almería, tercero. Ambos tienen que jugar sus respectivos compromisos, los periquitos contra el RCD Mallorca, líder con diez puntos renta con el cuadro de Iraola.

El Rayo Vallecano fue el que se hizo con el balón en el arranque de partido. No opuso mucha resistencia a ello el conjunto local, en el que Azeez apareció en el once para suplir a Gallar. El nigeriano se situó por detrás de Rubén Castro, desplazando a Elady a la banda. Los dos equipos estaban cómodos, uno con el esférico en su poder y otro esperando su oportunidad para buscar la sorpresa. El que golpeó primero fue el cuadro de Vallecas, con un Pozo que inició la jugada y la terminó. Asistió a Guerrero, que con un toque de calidad superó a Chichizola, pero el balón se fue a la madera tras tocar Antoñito. No estuvo rápido De la Bella, cuyo intento de despeje pegó en Pozo y se convirtió en el 0-1. Fin a dos partidos imbatido de los de Carrión.

No se llegaba al 10’ y el partido estaba donde querían los de Iraola. Por delante y posesión. Pronto perdería la ventaja, con un grave error de Velázquez. El central cometió un penalti absurdo sobre Castro, un regalo que el canario no desaprovechó para hacer su diana número once. De nuevo tablas. Tocaba volver a empezar. Lo intentó otra vez el Rayo, que creaba peligro con Fran García, por la izquierda, y Advíncula, por la derecha. La más clara, con el peruano. Su internada acabó con un pase atrás para Comesaña, cuyo disparo pegó en Navas cuando cogía portería.

Antes del descanso, Castro tuvo el 2-1. El delantero no necesita aparecer mucho, tiene calidad de sobra para decidir un partido en cualquier momento. Control perfecto dentro del área, se acomoda el balón a su derecha y su potente disparo se marchó a saque de esquina después de pegar en la cabeza del portero rayista, Dimitrievski.

La polémica y Castro

El segundo tiempo se inició con la misma dinámica, control visitante. El VAR trastocó los planes de los pupilos de Iraola. Nacho Gil derribó a Isi en tres cuartos de campo visitante, el balón cayó a Elady y el jiennense asistió a Castro, que con un toque sutil venció a Dimitrievski. Ni el colegiado ni el VAR vieron lo que era claro, que Gil cometió falta sobre el extremo.

Ahora era el Rayo Vallecano el que se veía por detrás y el FC Cartagena el que tenía el partido donde quería, con el marcador a favor cuando apenas quedaba media hora para la finalización. Pero Isi se quiso quitar el mal sabor de boca de la acción del 2-1 y lo consiguió. Metió un balón perfecto a Álvaro, que le había ganado la espalda a Antoñito, y su centro sólo tuvo que empujarlo Qasmi, recién salido al terreno de juego.

Hasta el final, muchas imprecisiones por ambos lados, sin aprovechar los huecos que había por momentos. El VAR volvió a aparecer, ahora a favor del Rayo. Gorostegui Fernández señaló penalti por manos de Saveljich, pero Pulido Santana revisó la jugada y le advirtió de que la infracción había sido fuera del área. La acción más peligrosa fue un disparo de falta de Bebé que en dos tiempos atajó Chichizola. En el añadido, de nuevo polémica. Los jugadores rayistas pidieron mano de Navas dentro del área, pero ni el colegiado ni el VAR decretaron la pena máxima.