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ATLÉTICO DE MADRID

Marcos Llorente, el comodín de Simeone que siempre aporta

Al '14' le tocó empezar de carrilero y acabar de lateral ante el Celta. Posición donde sufre y aparece poco, pero dio su sexta asistencia en Liga.

Marcos Llorente pelea con Murillo por el esférico.
JuanJo MartínEFE

Simeone tiene en Marcos Llorente un chico para todo. Un futbolista que puede cumplir cualquier función sobre el campo, aunque ha demostrado que donde más cómodo se encuentra es partiendo desde el centro del campo con libertad para desplegarse en ataque. 

El Cholo le sacó del pivote al ver sus grandes características para jugar más cerca de la portería rival, con velocidad, fuerza, definición, desmarque... Pero, si le ha convertido en un jugador total en ataque, también tira de él cuando las necesidades del equipo son otras. Con la baja de Trippier por sanción hasta finalizar febrero, el Atlético se ha quedado cojo en el carril derecho. Carrasco brilló en el puesto contra el Valencia, pero acto seguido contrajo el coronavirus y se ha mantenido los dos últimos partidos fuera. Además, el belga siempre ha destacado más por la izquierda. Y Vrsaljko no se ha reencontrado desde sus últimas intervenciones en la rodilla. 

Con un equipo plagado de bajas, Simeone ha optado por darle el carril derecho a Llorente en los dos últimos partidos. Ante el Cádiz hasta el descanso, donde la entrada de Vrsaljko le liberó de la faceta más defensiva y esquinada del campo y contra el Celta también los primeros 45 minutos, cuando tras en el descanso pasó directamente a jugar de lateral. Justo antes del pitido que concluyó la primera mitad dejó una fantástica asistencia para que Suárez empatase el partido, su sexto pase de gol del curso en Liga que le sitúa empatado con Correa como máximo asistente de la competición.

Como lateral se le vio incómodo, pero como siempre estuvo disciplinado y sin salirse del guion en ningún momento. En una zaga de cuatro tuvo que estar muy atento a la espalda de Savic, llegando para cortar varios centros laterales e incluso estando a punto de salvar el remate de Ferreyra que supuso el gol del Celta en el último minuto. Obviamente en ese puesto pierde muchísimo radio de acción, está fuera de sitio y rinde muy lejos de su mejor versión. Llorente es mucho más feliz en posiciones ofensivas y también suma mucho más para el Atlético. Pero es innegable su versatilidad, la capacidad para adaptarse a cualquier circunstancia y a vaciarse por el bien del equipo y por lo que pide su entrenador.